El español no dio pie a la sorpresa en su primer duelo del torneo galo. Carreño fue de menos a más y es que tuvo que salvar dos bolas de set en la primera manga (7-5, 6-2). Buena victoria para el asturiano que piensa todavía en llegar a Turín. El próximo rival será el joven danés Rune que sigue creciendo.
Pablo Carreño llegaba al ATP Metz como segundo cabeza de serie. El asturiano tenía la ilusión de sumar un nuevo título ATP y sobre todo como dijo en declaraciones en la rueda de prensa previa al torneo de seguir soñando con llegar a las Nitto ATP Finals. El español volvía a jugar un torneo después de caer en el debut del US Open. En frente estaba el joven sueco Mikael Ymer que había ganado en sets corridos al alemán Struff en un muy buen partido por su parte.
Pablo no falla en el debut
Carreño empezó mejor y es que su rival estaba algo nervioso. El asturiano llegó a disponer de hasta tres bolas de break en los dos primeros turnos al resto, pero no logró aprovechar ninguna de ellas, algo inhabitual en él. Ymer de esta manera pudo llevar la delantera en el marcador, algo que le permitía pasar la presión al otro lado. El sueco jugaba desde muy el fondo de la pista pasando la bola el máximo de veces posible al otro lado. Carreño no estaba cómodo con el tipo de juego que le hacía su rival y a pesar de que sufría en algunos turnos de servicio llegó hasta el 5-4 sin sustos.
Fue en el décimo juego cuando la mano tembló más de habitual y tuvo que levantar dos bolas de set. En el siguiente juego Mikael lo pagó muy caro y cedió su servicio por primera vez en el partido. Ymer llegó a tener otra bola de break en el duodécimo juego pero Carreño a la cuarta bola de set cerraba un primer parcial que fue muy parejo.
Carreño salió mucho más suelto y sobre todo mucho más confiado en su tenis. Rápidamente se marchaba 3-0 en el marcador, con un doble break que le hacía dejar el partido casi visto para sentencia. Un 0-40 hacían pensar en la remontada y animarse al sueco. El problema para él es que Carreño ganó cinco puntos consecutivos y ponía el 4-0 siendo ya demasiado castigo para un Mikael que había desconectado en esta segunda manga. Sin mayores problemas puso el 5-1 y ya solo estaba a un juego de la victoria. Al resto no lo hizo, pero con el servicio certificó el triunfo ganándolo en blanco y el pase a los cuartos de final en el ATP Metz.