El 2019 fue un año muy bueno para la pareja colombiana. Temporada en la que consiguieron su primer título de Grand Slam en la hierba verde de Wimbledon. A continuación, os desgranamos su camino hacia ese histórico título.
¿Cómo fue el título de Cabal y Farah en Wimbledon?
Eastbourne, el inicio de todo
Llegaban a la hierba verde de Wimbledon, tras haber conseguido el título en Eastbourne la semana anterior, demostrando que eran una de las parejas más a tener en cuenta en Wimbledon, y no defraudaron. Una dupla que se entiende a la perfección dentro de la pista, y que sabe adaptarse a todas las superficies. Llegaban al Grand Slam británico con la moral por las nubes, soñando en ser la primera pareja colombiana en ganar un Grand Slam.
Un duro camino hacia la final
El camino hacia la final no sería nada sencillo, ya que en el cuadro había parejas de mucho nombre, como la del polaco Kubot y el brasileño Melo, o la dupla alemana formada por Krawietz y Mies. En primera ronda, derrotaron a la dupla inglesa de Draper y Jubb, sin ceder ni un set. Ya en segunda ronda, se dejaron el primer set del torneo, ante la dupla kazaja de Bublik y Kukushkin, aunque al final consiguieron cerrar el partido en cuatro mangas.
En tercera ronda, llegaría la dupla formada por el checo Roman Jebavy y el austriaco Philipp Oswald, una pareja que tenía buenos mimbres como doblistas. Fue una victoria en tres apretados sets, dos de ellos decididos en la muerte súbita. Ya en cuartos de final, se enfrentaron a una de las mejores parejas del torneo, la compuesta por el holandés Jean-Julien Rojer y el rumano Horia Tecau. Un partido de infarto, que se decidió en el quinto set, con un 11-9 a favor de los cafeteros. Seguían vivos en el torneo. Tras esto, llegaban las semifinales, ante la dupla formada por el sudafricano Raaven Klaasen y el neozelandés Michael Venus, una pareja de un nivel muy alto en el circuito, y muy consolidada en el circuito. Les superarían en cuatro sets, llegando así a la gran final.
Final ante una dupla de enjundia para conseguir la hazaña
Llegaba la gran final, y sus oponentes eran Nicolas Mahut y Édouard Roger-Vasselin, una pareja poco habitual en el circuito, debido a la separación de Mahut con Herbert. Fue una final dominada por los servicios, y un gran juego en la red. Predominaron los puntos cortos, habituales en la hierba. Todos los sets se decidieron en la muerte súbita, con dos tie breaks para cada pareja. Llegaba el quinto y definitivo set. Todo o nada para ambas parejas. Y ahí salió cara para la pareja colombiana. Un único break les dio el triunfo, y con ello el primer título de Grand Slam, haciendo historia para el país colombiano. Algo que marcó un antes y un después en el tenis colombiano.
Esta enorme gesta fue la que les impulsó a conseguir otro título de Grand Slam unos meses después, en Nueva York. Wimbledon fue el punto de partida de la confirmación de esta gran pareja, una de las mejores del circuito. En Wimbledon, demostraron el por qué eran una de las parejas a tener en cuenta en el circuito de dobles. Wimbledon, el inicio de una nueva historia de oro para Colombia en el mundo del tenis.