La española ha conseguido empezar con un sufrido triunfo en el US Open. Badosa fue de menos a más y aguantó los peores momentos para acabar imponiéndose en tres mangas ante una notable Tsurenko (3-6, 7-6(4), 6-3).
Paula Badosa no pasaba por un buen momento anímicamente. la española había caído las primeras de cambio en Toronto y Cincinnati, pero llegaba renovada de energías al US Open, aunque con dudas. Enfrente le esperaba Lesia Tsurenko. A priori la española era la favorita, pero en estas condiciones y en un debut de Grand Slam siempre es complicado superar el primer partido.
Tsurenko se adelanta
Mal empezó Paula Badosa y es que a los pocos minutos el marcador estaba 2-0 para Tsurenko. La ucraniana estaba jugando muy cómoda, moviendo bien a Paula y es que la española estaba cometiendo demasiados errores. A pesar de ello Lesia le dejó alguna oportunidad a Paula que la aprovechó y pudo poner el 3-3 tras un grito de rabia. El problema para Badosa es que seguían las dudas y desde el 3-3 no fue capaz de ganar ningún juego. Muchos errores por parte de la española que además llegaba tarde a las bolas, como si le faltara algo de energía, quizás por las altas temperaturas y la humedad que hacía en las instalaciones de Flushing Meadows. Badosa estaba al límite y perdía la primera manga por 6-3, aunque todavía había mucho margen de mejora.
Badosa empezó más animada y más agresiva en sus tiros en la segunda manga. Rápidamente se marchaba hasta el 2-0, aunque su rival fue capaz de volver a poner las tablas con el 4-4. Desde ese momento los juegos decisivos fueron una auténtica locura. Se vieron otras cuatro roturas consecutivas, por lo que ninguna era capaz de mantener su servicio y finalmente se iban al tie break. Badosa sacó su fortaleza mental para acabar imponiéndose por 7-4 en un parcial en el que estuvo cerca de despedirse para acabar forzando la tercera manga.
Paula fue mejor en la tercera manga. La española salió con más confianza después de ganar el segundo parcial y se le vio más entera físicamente. Siempre llevó las riendas en el marcador y desde el 2-2 metió una marcha más para acabar imponiéndose por 6-3 gracias a un solitario break que le hacía continuar en el último Grand Slam de la temporada.