El tenista español Carlos Alcaraz sumó una especial victoria en el Barcelona Open Banc Sabadell Conde de Godó al ser el primero.
La meteorología ponía en peligro la situación ya que momentos antes de que el duelo arrancara, llovía con fuerza en la pista Rafa Nadal. Pudo amainar para poder estar activos a lo que ocurrió en la cancha con la tormenta provocada por parte de Carlos Alcaraz. Dio un auténtico espectáculo con el movimiento de piernas y a la hora de generar velocidad en sus golpes. Si la perfección existe en el mundo del tenis, lo mostrado por el murciano puede estar cerca. Kwon, no estaba planteando mal el envite. Estaba jugando a su ritmo desde el fondo de la cancha buscando intensidad pero el oponente que tenía delante estaba asombrando.
A partir del 6-1, 2-0 todo cambió. El viento apretaba con grandes ráfagas y esa adaptación no estaba yendo del todo bien para Carlos. Quería generar la misma potencia pero no estaba sabiendo jugar con ese aspecto. Soonwoo, por su parte, pudo ir creyéndoselo aumentando su estado corporal y sacando el puño por primera vez en el partido. Continuó a su ritmo lineal y eso le sirvió para cosechar seis juegos de manera consecutiva.
El inicio del tercero pudo ser algo mental pero en cuanto a tenis Alcaraz recorrió mejor su golpeo de revés. En el segundo había perdido feeling queriendo jugar bastantes planos. Poco a poco Alcaraz fue metiéndose. El servicio fue seguro y la intensidad volvió en su cita. Dio un paso muy importante encontrando golpeos con su derecha y fue lo necesario para saber encontrar el momento necesario para ser más que el oponente disminuyendo sus errores. Tenía varias marchas más en su tenis y aquello fue la principal clave para que Alcaraz acabara con el recorrido de Kwon. Debut solvente por momentos donde supo imponerse a la complicación.