Wimbledon 2019 siempre ha sido especial. Los cambios también llegaron al torneo con más tradiciones. Entre ellas la regla de que el partido se decide en el tie break cuando se llega al iguales en el 12-12 de la quinta manga. Federer y Djokovic tuvieron que terminar de esta forma su histórico partido en la final. ¿Os parece correcta esta regla?
El tercer Grand Slam tiene sus propias normas. Una de las más destacadas es que al llegar al quinto set con 12 iguales el partido debe resolverse en el tie break. De esta manera ya no se podrán ver encuentros como aquel histórico Mahut – Isner o Anderson – Isner. La final de 2019 entre Federer y Djokovic se tuvo que resolver de esta forma. Algunos han salido a decir que por culpa de esta norma la final no continuo, mientras otros en cambio la defienden. ¿Tú qué opinas?
Falta la épica
Xavi Milà
Los Grand Slam son los torneos que todo jugador sueña con ganar. Por ello deben ser especiales para poder pasar a la historia. Esta nueva regla de que los partidos tengan un final le quita emoción a los encuentros. Está claro que siempre habrá partidos que pasarán al recuerdo como el caso de la gran final entre Djokovic y Federer, pero no será lo mismo. Cualquier partido de Grand Slam debería no tener un final en la quinta, es decir que hasta que alguno de los dos jugadores no consiguiera ganar por diferencia de dos juegos el encuentro continuara.
La final en Londres fue una oda al tenis, una auténtica maravilla que tenía fecha de caducidad. ¿Qué hubiera ocurrido en caso de no existir el tie break en el quinto set? Todo es posible. Es probable que hubiera acabado en los dos siguientes juegos o en cambio que se hubiera alargado hasta donde imagine la mente de cada uno. La magia del tenis estaba en que los partidos de Grand Slam podían ser épicos, aplazados por falta de luz y con muchas horas de batalla para decidir al ganador.
Wimbledon siempre será Wimbledon, y jugar 24 juegos en un quinto set de Grand Slam es una paliza, pero de todas formas no es una justificación para que un partido tan igualado tenga que decidirse en una muerte súbita. Algo del tenis ha dejado de latir, aunque sigamos viendo largos e intensos partidos.
Una medida justa
Daniel Escudero
Lo primero que uno debe pensar cuando está en contra de esta medida es el jugador y no el espectáculo, Sin el jugador no hubiera espectáculo pero no viceversa. Es decir no podemos permitir que un Grand Slam viva encuentros de jornadas maratonianas, ya que esto suele acabar repercutiendo de forma negativa en el jugador. El circuito ATP tiene un calendario durísimo, sin duda uno de los más duros en todos los deportes. Se juega durante todas las semanas sin descanso alguno.
Un partido a cinco mangas ya es una auténtica batalla, pero si además sumamos que hay posibilidad de jugar 7 largos partidos en un Grand Slam la exigencia se eleva más. La mayoría de torneos, incluidos Grand Slam hasta la Copa Davis han pensado por primera vez en el jugador en vez de en los aficionados. Una medida más que lógica sabiendo que no es lo mismo que un jugador llegue mermado a un partido o un torneo en lugar de esta en plenitud física.
Más que suficiente tenis se puede ver en un partido que se tiene que decidir en el tie break de la quinta manga. No existe la necesidad de que un partido tenga que jugarse hasta más allá en el marcador, ya que realmente ambos jugadores estarán demasiado cansados como para poder rendir al máximo nivel. Todo tiene que evolucionar y sobre todo pensar alguna vez también en los mejores que son los que crean el espectáculo.