El tío y ex técnico de Rafa Nadal participó en un encuentro virtual con jóvenes aficionados al tenis donde recalcó la importancia de la figura de un entrenador en el desarrollo y formación de un deportista profesional. Para ello, puso los ejemplos de dos conversaciones que mantuvo con dos de los deportistas más influyentes de la historia: Roger Federer y Johan Cruyff.
Una de las claves para que una persona llegue a ser deportista de élite, además del talento y el trabajo y compromiso diarios, es rodearse de un entorno correcto que sepa llevar a esa persona en cuestión por el camino correcto. En este aspecto, la figura de un entrenador o preparador se antoja fundamental. Y si no, que se lo digan a Rafa Nadal, formado desde sus inicios por su tío Toni Nadal. Este le inculcó desde siempre unos valores relaciones con el esfuerzo, el trabajo duro y la humildad que explican, en parte, el gran éxito de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos.
En un encuentro virtual con jóvenes aficionados al tenis y recogida en las páginas del diario AS, el director de la Rafa Nadal Academy volvió a subrayar la importancia que tiene un preparador en la formación de un deportista profesional. Para ello, puso como ejemplo dos conversaciones que tuvo la oportunidad de entablar con dos de los personajes más influyentes de la historia del deporte: Roger Federer y Johan Cruyff. Además, recalcó que siempre existirá una oportunidad para todo aquel que quiera convertirse en un deportista de élite si mantiene ese sueño.
Federer y Cruyff como ejemplos
“Siempre he escuchado para aprender de los mejores. Un día le pregunté a Federer que por qué era tan bueno. Su respuesta fue que tuvo suerte de contar con un gran entrenador cuando era pequeño. También tuve la oportunidad de preguntarle lo mismo a Cruyff. Me dijo que, aunque siempre había sido bueno, la clave fue tener un buen entrenador que le enseñó un tipo de juego con jugadores mayores que él y que cuando él jugara con los de su edad, lo aplicara”.
La oportunidad siempre existe
“Nunca les diré a unos padres que su hijo no puede llegar a convertirse en un deportista profesional. Nunca se sabe del todo si será muy bueno o no. Está bien ser realista pero tener sueños es lo que marca la diferencia. Yo no seré aquel que le quite un sueño a un jugador. Sé que llegar a la élite es muy complicado y que no todos pueden hacerlo, pero creo que mientras mantengas ese sueño, siempre habrá una oportunidad”.
