Lorenzo Sonego una de las esperanzas italianas en el mundo del tenis quiere estar en la segunda semana de Wimbledon pero para ello ha de pasar una prueba terrible en la tercera ronda con el español Rafa Nadal ganador de 22 Grand Slams.
Es la primera vez que lo hará tras haber jugado dos partidos ante Djokovic y otro dos contra Federer con el que cayó la temporada pasada en la central. Contra los grandes siempre ha encontrado motivación y energía extra. Lo hizo después de ganar en primera ronda al estadounidense Denis Kudla y en segunda ronda al francés Hugo Gastón después de un partido peleado que lo fue resolviendo al final del mismo.
Cada día que pasa el italiano muestra su crecimiento, es un jugador que no conoce la autocomplacencia, se está convirtiendo en un jugador en crecimiento, en progreso, sólido tras unas temporadas de altibajos gracias a cambiar su concepto de defensor a atacante gracias al trabajo hecho por su entrenador Arbino con quien aprovechó para esperar el crecimiento que trajo los centímetros que le hacían falta. Tras el encuentro Sonego analizaba en rueda de prensa su rival de tercera ronda, el partido de tercera ronda y cómo ha evolucionado su tenis.
Sobre Nadal
«Físicamente, creo que Nadal esta bien porque este año ha ganado todos los torneos importantes que ha jugado aunque quizás sea más difícil jugar contra él en tierra y cemento que en hierba. Suponía que mi rival iba a ser Nadal cuándo se celebró el sorteo si yo era capaz de pasar las dos primeras rondas, él es alguien que ha ganado algo pero la hierba es la mejor superficie para encontrarlo posiblemente«.
Las claves del partido
«Mis armas para ganarle son el saque y la derecha, así que debo de tratar se ser agresivo con ellos. No tendré que jugar a la defensiva en absoluto porque defender aquí no es conveniente para nadie, sino atacar y arriesgarme. La pelota salta aquí menos y suele quedar a la altura de la cadera. Rafa intentará hacerme jugar mucho de revés y tendré que asegurarme que mis tiros sean profundos y rápidos».
Su evolución como jugador
«Nací defensor, para defenderme, de niño estaba hecho y derecho, pero gracias a mi entrenador Arbino quien me persuadió para abandonar las barricadas defensivas y que me diera cuenta que podía contar con dos armas como el saque y el resto en un trabajo duro y largo de insistencia y convencimiento, la evolución de mi tenis me ha llevado a intentar el ataque en lugar de esperar, para volverme más agresivo y proactivo, ahora y espero que en el futuro juegue para atacar porque esperar a estos niveles nunca compensa ya que que si no juegas para sacar, para buscar el punto no llegas a ningún lado».