El italiano ha sumado el primer triunfo en este Open Australia. No lo tuvo sencillo ante un Joao Sousa que opuso resistencia en los dos primeros sets (6-4, 7-5, 6-1). En la siguiente ronda espera Johnson o Thompson.
Sinner era uno de esos jugadores jóvenes llamados a dar un paso adelante en el Open Australia. El transalpino tiene mucho tenis y en estas pistas la velocidad de su bola puede dominar a cualquier rival. Jannik había jugado tres partidos en la ATP Cup y había ganado todos ellos por la vía rápida por lo que llegaba con mucha confianza. En frente estaba un jugador experimentado, Joao Sousa, que había pasado la fase previa para volver a disputar el cuadro final de un Grand Slam. En 2019 se enfrentaron en Halle y la victoria fue para el luso en tres sets.
Sinner de menos a más
Jannik comenzó llevando la iniciativa. El italiano ganaba sus primeros turnos de servicio, pero Sousa tampoco fallaba plantado cara al italiano. Sinner tras el 3-2 confirmó una rotura que le mandaba en el marcador hasta el 5-2. Joao no se iba a rendir y todavía tendría opciones. El portugués ganó dos juegos seguidos con un break que le ponía 5-4 abajo, aunque tenía su servicio para poner las tablas en el marcador. Con el 15-40 Sinner divisaba las dos primeras bolas de set y no iba a dejar pasar la oportunidad para acabar llevándose la primera manga por 6-4.
Sinner siguió dominando con la profundidad y la velocidad de sus golpes. Comenzó el segundo parcial con ventaja de 2-0, cada vez encarrilando más la victoria. Sousa volvió a tirar de experiencia para poner el 2-2 y dando muestras de que iba a pelear cada bola hasta el final. El partido se estaba igualando y Sinner estaba algo nervioso hablando consigo mismo, demostrando que las cosas no salían del todo bien. La parte positiva es que siempre iba por delante en el marcador y quizás en algún momento el brazo se le encogería a su rival. Justo fue en el duodécimo juego, cuando sacaba para forzar el tie break cuando el marcador indicaba dos bolas de set para Sinner. A la segunda cerraba el puño y daba casi el golpe final al partido.
La tercera manga no opuso resistencia por parte del luso. Sousa estuvo mucho más errático, regalando puntos a su rival. Con el 5-1 Sinner tenía una última misión, ganar su saque para poner punto y final al partido. Le costó ganar ese último punto y no fue hasta la tercera bola de partido cuando fue a la red a saludar a su contrincante.