El tenista argentino superó a Kecmanovic (6-0, 6-1, 6-3) y firmó un gran debut en Roland Garros. Schwartzman vuelve a demostrar que sigue a un gran nivel y se postula como uno de los candidatos a llegar a las rondas finales.
Buenas noticias para el tenis argentino. Diego Schwartzman llegaba tras firmar un gran resultado en el Masters 1000 de Roma en el que se plantó en la final después de vencer a Nadal en los cuartos. En frente en el debut de Roland Garros le tocaba jugar ante el serbio Kecmanovic que había salido campeón en Kitzbuhel sobre arcilla. A priori era un duelo complicado para tratarse de una primera ronda aunque luego no se reflejó sobre la pista.
El primer parcial no tuvo color. En 21 minutos un 6-0 daba mucha tranquilidad a Schwartzman. El argentino dominó desde el inicio y los puntos que se alargaban caían para su lado. En las tres opciones que tuvo de rotura acertó en todas y sumó tres breaks que daban muestras de lo acertado que estaba al resto. En cambio Kecmanovic no estaba cómodo. En ningún momento puso en todo el primer set en aprietos el saque de Schwartzman.
La dinámica del partido no cambió. En la segunda manga el serbio comenzó mandando y es que sumó su primer juego con el servicio. Desde entonces llegó otra vez la exhibición de juegos ganados para Diego que tras seis juegos consecutivos ponía el 6-1. En cambio los últimos juegos de este set ya estuvieron algo más igualados. Kecmanovic estaba casi eliminado y el marcador indicaba un 6-0, 6-1.
No mejoraba la situación para Miomir que otra vez empezaba 3-0 abajo en el tercer set. En vez de bajar los brazos siguió luchando y cuando peor estaban las cosas llegó algo de esperanza. Kecmanovic puso el 2-3 y tenía servicio para poner las tablas. En cambio Schwartzman no dejó ninguna opción. Otra vez aceleró el argentino y finiquitó el partido con un gran triunfo para acceder a segunda ronda.
