El español se llevó una increíble batalla ante Diego Schwartzman (6-4, 3-6, 7-5) en su partido por los cuartos de final del ATP 500 de Barcelona. Ahora, Carreño jugará frente a Rafael Nadal.
Diego Schwartzman y Pablo Carreño se encontraban en los cuartos de final del Barcelona Open 2021, en el que suponía el tercer enfrentamiento en el circuito entre español y argentino. Con dos precedentes apretados, ambos de 2017, se esperaba un gran partido en los cuartos del Conde de Godó 2021.
El argentino venía consolidando su confianza luego de algunos altibajos en los torneos anteriores. Esta semana debió sufrir y mucho en su partido de segunda ronda ante Frances Tiafoe, para luego vencer sin problemas al francés Corentin Moutet. Por su parte, Carreño llegaba a este partido tras tener dos cómodas victorias sin ceder sets frente a Jordan Thompson y Bernabé Zapata. El español buscaba volver a conseguir otra gran semana en su país, luego de quedarse con el título en Marbella, hace menos de un mes.
Carreño, el mejor en los momentos importantes
Muy parejo el comienzo del partido, como era de esperar. Carreño empezó un poco más lanzado al ataque, parándose en la línea de base para tomar el dominio de los puntos rápidamente, pero Schwartzman también iría encontrando la comodidad desde fondo de cancha. El español tendría una discusión con el umpire en el segundo juego, por un pique de un saque del argentino, algo que lo hizo estar enfadado por algunos games más. Schwartzman logró el primer break del partido en el séptimo juego, pero rápidamente sería recuperado por Pablo. El de Gijón concretó un segundo quiebre seguido para adueñarse del set por 6-4.
La tónica no variaría para la segunda manga, mostrando un tenis espectacular en el comienzo de set también. Diego nuevamente quebró primero, pero esta vez asegurándolo para tomar una ventaja de 3-1. El argentino siguió jugando a un alto nivel, frente a un Carreño que intentaba superarlo en velocidad, aunque sin frutos en el marcador. Manteniendo su servicio, Schwartzman se quedó con el parcial por 6-3.
Algo más irregular sería el inicio del tercero, con el cansancio que se notaba cada vez más para ambos. Un rápido quiebre por lado dejaba todo igualado y mostrando la batalla que se venía para los siguientes juegos. Luego llegaría otro break para Schwartzman, quien poco a poco se acercaba a la victoria, tomando una ventaja de 4-1. Los esfuerzos de Carreño darían resultado en el mejor momento, cuando el argentino se disponía a cerrar el partido con su saque, dejando la historia con un infartante 5-5. La levantada del español no se quedaría ahí, y terminaría ganando el partido con un 7-5 final.