Aryna Sabalenka marcha firme en el WTA de Brisbane y se instala en las semifinales por segundo año consecutivo. En esta oportunidad, la tenista bielorrusa derrotó en sets corridos a la checa Bouzkova, tomando venganza de lo sucedido en Washington.
Sabalenka subraya su dominio en Brisbane
La tensión se elevaba en el WTA 500 de Brisbane con el esperado duelo entre Aryna Sabalenka (1°) y Marie Bouzkova (44°) por los cuartos de final. Sabalenka, número uno del mundo y finalista en 2024, llegaba imbatible tras dos victorias en parciales corridos, ansiosa por seguir manteniendo la cima del ranking. Del otro lado, Bouzkova, en un gran momento, dejó fuera a dos jugadoras del top 20 sin ceder un solo set. El historial entre ambas estaba empatado, con la checa triunfando en su último enfrentamiento en Washington tras una batalla épica. La bielorrusa buscaba revancha y reafirmar su dominio, mientras Bouzkova soñaba con dar un nuevo golpe.
La bielorrusa se reaviva de un inicio adverso
Sabalenka se llevó el primer set por 6-3 ante Marie Bouzkova tras un inicio desafiante. La checa comenzó con solidez desde la devolución, logrando un quiebre temprano que marcó el ritmo inicial. Sin embargo, la bielorrusa mostró su temple y rápidamente recuperó el servicio, desplegando su característico poder en los tiros. Aprovechando su dominio en los puntos largos, Sabalenka concretó un nuevo quiebre que la encaminó hacia la ventaja. Aunque Bouzkova buscó reaccionar, no logró mantener el ritmo frente a una rival cada vez más firme y efectiva. El parcial cerró con Sabalenka imponiendo su jerarquía y dictando las condiciones del juego.
Sabalenka maneja su tenis y logra avanzar
La bielorrusa cerró su victoria sobre Bouzkova con un sólido 6-4 en el segundo parcial. La número uno del ranking inició decidida, presionando a su rival y generando oportunidades de quiebre, aunque sin concretarlas en los primeros juegos. Sin embargo, su precisión al servicio y su agresividad le permitieron tomar el control del encuentro, logrando un quiebre clave en el tercer game. Tras confirmar la ventaja, Sabalenka manejó los ritmos del partido con autoridad, manteniendo a la checa a raya y evitando momentos de tensión. Finalmente, la bielorrusa selló el triunfo con solvencia en su turno de saque, reafirmando su jerarquía para avanzar sin sobresaltos.
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