El griego ha demostrado su poderío mental. Tsitsipas ha estado contra las cuerdas pero ha sabido como jugar en los momentos importantes ante Rublev (4-6, 6-4, 6-3) y luchará por el título en Nur Sultán.
La primera semifinal en el Astana Open enfrentaba a Rublev contra Tsitsipas en un duelo por todo lo alto. El ruso venía brillando durante la semana y no había perdido ningún set en el camino. Más de lo mismo para un Tsitsipas que había ido de menos a más en el torneo y tampoco se había dejado ningún set. En el cara a cara ambos se habían medido en nueve ocasiones con cinco triunfos para el griego y cuatro para el ruso.
Tsitsipas es más duro mentalmente
Rublev comenzó muy confiado en su tenis y en el primer juego consiguió un break que tras confirmarlo le mandaba hasta el 2-0. Tsitsipas seguía sufriendo con su servicio, pero después de salvar dos bolas de break en contra ponía el 1-2. En cambio Rublev estaba muy confiado en su derecha y era el que dominaba en los intercambios. El ruso movía a un Stefanos que intentaba buscar los errores del ruso, pero no llegaban. El momento más crítico para Rublev llegó en el décimo juego. Justo cuando sacaba para cerrar la primera manga. Andrey tuvo que hacer frente a dos bolas de break en contra. Las salvó y después llegaba la bola de set. A la primera oportunidad celebraba con rabia una primera manga en la que había seguido al mismo nivel que toda la semana pero casi se complica en los momentos finales.
Tsitsipas tuvo que salvar una bola de break en el tercer juego de la segunda manga. El ruso parecía estar mucho más cómodo y es que el griego sufría por la potencia y la precisión en la derecha del ruso. A pesar de ello el pupilo de Fernando Vicente no paraba de quejarse consigo mismo, algo que no le beneficia para nada. Tsitsipas siguió llevando la iniciativa en el marcador y así pasaba la presión al otro lado. Fue justamente en el décimo juego cuando el griego se encontró con dos bolas de set. Los errores de Rublev le condenaron y veía como su rival acababa forzando el parcial definitivo ante un Rublev que perdía los nervios por completo.
En el tercer set Tsitsipas salió reforzado anímicamente. Rublev seguía con grandes sensaciones y llegó a disponer de dos bolas de break en el quinto juego. No aprovechó ninguna de ellas y cada vez los nervios estaban perdiendo más al ruso. El griego llevaba la iniciativa en el marcador y desde el 3-3 aprovechó esa situación para después de tres juegos consecutivos acabar remontando y ser el primer semifinalista en el Astana Open.