El ruso Andrey Rublev se metió en la final de Hamburgo por segundo año consecutivo, tras derrotar al noruego Casper Ruud en dos sets. Partido dominado de principio a fin por el tenista ruso.
Primer set decidido en mínimos detalles
El primer set ha sido un set muy disputado, por parte de ambos tenistas, que buscaban sorprender al rival con sus armas. Rublev con su servicio y su gran derecha, y Ruud siendo agresivo con su buena derecha. El ruso ha sido quien ha comenzado mandando, con un primer break, y demostrando el porqué se siente tan cómodo en estas pistas, con su gran servicio y su poderosísima derecha, que hace estragos en los rivales. Esa era la tónica, con un Rublev que se sentía muy cómodo con su derecha, y un Ruud algo más errático en sus golpes, sobre todo con su revés, el cual es algo más débil. El noruego recuperaba el break, con un tenis algo más agresivo, y buscando desplazar al tenista ruso, y lo consiguió, pero rápidamente, Rublev ha demostrado su calidad, y ha roto el servicio de su rival en el momento clave del set, el cual ha estado marcado por el poderío de Rublev en sus golpes ofensivos, ante un Ruud algo más defensivo, y errático con su revés. Se llevaba el primer set el ruso por un marcador de 6-4.
Un segundo set con un claro dominador
Comenzaba el segundo set, y entre ambos sets, Ruud ha solicitado asistencia médica por unas molestias en el hombro. Eso parecía afectar a su tenis, y rápidamente se ha visto a Rublev comenzar a mandar con su servicio y su derecha, un arma el cual es muy difícil de frenar cuando el tenista ruso está inspirado. Y eso se veía reflejado en el partido, con un Casper Ruud que no estaba a un buen nivel, con un tenis demasiado defensivo, ante un Rublev que se encontraba muy cómodo con su servicio y su derecha, y rápidamente se ponía con dos breaks de ventaja. Pero la cabeza siempre le ha jugado malas pasadas al ruso, y hoy no iba a ser menos.
Con un juego algo irregular al servicio, cedía su servicio y le daba vida a un Ruud que no estaba en un buen momento de juego. Pero eso fue un espejismo. El ruso volvía a sacar todo su arsenal ofensivo, y volvía a romper el saque del noruego, y con eso finiquitaba el partido. El segundo set ha estado dominado por el ruso, gracias a su tenis ofensivo, y un Ruud que no ha estado demasiado fino en los momentos importantes. Con un marcador de 6-4 y 6-2, el ruso se cuela a otra final de nuevo en Hamburgo.
Suma y sigue Rublev, demostrando que está preparado para competir de tú a tú con los mejores, y que esa derecha es un auténtico cañón cuando está fina. De nuevo, otra final en Alemania. Veremos si esta vez logra alzarse con el título.