No son tiempos agradables para Kei Nishikori. El tenista japonés ha arrastrado molestias físicas durante los últimos años que le han impedido estar situado entre los mejores del circuito. Este año no ha sido una excepción.
Si no teníamos bastante con la crisis de los últimos meses, y el parón que ha sufrido el mundo, y por tanto, el circuito del tenis, se suman además malas noticias respecto al estado de forma de algunos jugadores. En el caso de Nishikori, llueve sobre mojado, dado que no es el primer año en el que el físico del jugador nipón le juega una mala pasada. Esta vez, la parte maltrecha es el hombro derecho, pero en otras ocasiones fue el codo lo que le obligó a detenerse en seco, o la espalda. Sea como fuere, ese tipo de contratiempos nos privan de disfrutar de un tenista único, con un estilo preciosista y fluido, de una técnica envidiable.
Un pobre 2020
En el presente año suma únicamente participación en cuatro torneos, en los cuales no suma más de una victoria consecutiva en ninguno de ellos. Su última aparición fue en la tierra batida de Roland Garros, donde vimos a un tenista especialmente mermado, que logró superar una auténtica batalla ante Evans en primera ronda pero no logró vencer su compromiso siguiente. Y tal vez haya sido éste el desgaste que le impedirá disputar lo que queda de temporada, para centrarse desde ya mismo en la siguiente.
Pese a ser un habitual durante los últimos años en las ATP Finals, no disputó esta edición ya que su ranking no se lo permitió. Sí lograra volver a su mejor nivel, cabría esperar que lograra ese pequeño gran paso que siempre le faltó en su carrera, y lograr al fin un gran título, que tal vez sea el factor diferencial que distingue a los grandes tenistas de los mejores.
Para los más cinéfilos, la película de `Cartas desde Iwo Jima´ narraba la batalla en el Pacífico durante la segunda Guerra Mundial desde la perspectiva japonesa. En este caso, Nishikori librará su propia batalla los próximos meses, pero en esta ocasión , las cartas llegan desde Matsue.
