Crónicas

Nadal y su eterna competitividad para que España avance a la final de la ATP Cup

Nadal De Miñaur ATP Cup 2020
Nadal da el punto definitivo para España. Foto: Zimbio

Con lucha y capacidad de reponerse, Rafa Nadal remontó para obtener el pase a la final para España en la ATP Cup 2020 al doblegar a Alex De Minaur (4-6, 7-5, 6-1) sobre la Ken Rosewall Arena de Sidney. Se citan con la Serbia de Djokovic para definir esta primera edición con la batalla entre el No.1 y el No.2 del mundo. 

Mediante una extrema motivación, y con ganas de lucha, dio comienzo el joven australiano el encuentro después de tener en mente, que la eliminatoria corría por sus manos ya que Roberto Bautista obtuvo el primer punto para España al doblegar a Nick Kyrgios (6-1, 6-4) en la lucha de los No.2 de cada país. También tenía constancia de que había perdido en todas las ocasiones que se habían visto las caras, pero aquella faceta no entraba en el estado vital del jugador que reside en Alicante.

El espíritu ganador de Alex De Miñaur

El No.1 del mundo, se encontró con un calco suyo, ya que se motivaba en todo momento, muy ágil de piernas, y con una actitud ganadora, apostó por ir desde el comienzo a por el encuentro. Abrió diferencias en el marcador ante un Nadal que se vio sorprendido por la actuación de Alex. La inercia del español fue en ascenso sin que aun encontrara unas idóneas sensaciones, pero De Miñaur, sabía lo que tenía que hacer en todo momento. Quiso ser agresivo, con el apoyo del público en cada punto ganador que obtenía siendo un arma extra. Gozó y realizó sobretodo mucho daño con sus golpes paralelos.

Los instantes trascendentes llegaron al parcial con el australiano llegando al 5-4 con servicio después de pasar por el banco, y recibir el apoyo de todo su equipo además de ser arropado por su gente cuando cabalgaba para intentar sacar adelante el juego. En ningún momento dudó, el español, tampoco pudo obtener la chispa necesaria, y con su derecha erró en dos ocasiones, para que Alex con su espíritu ganador, lograra llevarse por primera vez en su carrera un parcial ante el tenista mallorquín.

El desparpajo del joven australiano continuaba siendo evidente aunque Nadal, con mejoras en su primer servicio, y mejorando el golpe de su derecha, fue poco a poco entonándose. No hubo bolas de break durante toda la segunda manga hasta que llegaron los momentos importantes, pero si mucha presión con el No.1 del mundo, teniendo que luchar más para tener que sacar adelante sus turnos de servicio. 

Una única opción sirve

En el 5-5, el mallorquín supo sacar un juego al saque muy complicado ya que el australiano, quiso salir a por todas en busca de un quiebre que le dejara muy de cara el partido. El, español, sin embargo, también quiso morder en un juego muy trascendente. Los tiros más largos y con la ambición pertinente obligaron a que Alex se reservara sus tiros jugando más comedido, y por tanto el español tuvo sus golpes de derecha además de encontrarse más metido en pista para lograr direcciones que le llevaran a conseguir su primera bola de break del partido que sirvió para igualar el partido con un 7-5.

Territorio Nadal

El nivel del No.1 había ascendido después de mostrar su eterna garra, la paciencia que dispone, y el no desesperarse pese a que su oponente pudiera estar gozando de competir como los ángeles. Todo lo que entraba al australiano, se fue perdiendo, su posicionamiento en pista no era conciso, y desde las manos de Rafa cogía enteros jugando con mayor profundidad.

Llegó el quiebre de Nadal para marcharse al cambio de pista con 0-3 teniendo unas sensaciones completamente diferentes de tener el poderío de la cita en sus manos. Acto seguido, tras un punto espectacular, se ciñó el segundo quiebre para servir con un favorable 4-0. Aun así, el honor de Alex por estar defendiendo los colores de su país, no se iban a perder y como lobo herido fue a por todas para acercarse en el marcador quebrando el saque del mallorquín.

Aun así, la contundencia desde el fondo de Nadal apareció de nuevo para que las dudas de Alex creciesen en un momento donde el No.1 español, conocía la trascendencia del instante, y por tercera vez en el parcial, quebró el primer golpe del australiano.

Por tanto, Rafa Nadal se situaba con 5-1 para servir por el partido. Las sensaciones positivas iban en aumento augurando muy buenos presagios ya que sus golpes tenían un protagonismo excesivo con la mejora también con su revés. Con 40-30, llegó la primera bola de partido y con un buen servicio, dio el punto definitivo para que en dos horas y 10 minutos, España pueda estar en la final de la ATP Cup 2020 ante Serbia.

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