El español sacó adelante otro duro compromiso ante el lituano Ricardas Berankis en cuatro sets (6-4, 6-4, 4-6, 6-3) en su duelo por la segunda ronda de Wimbledon. Rafa enfrentará al italiano Lorenzo Sonego en su siguiente partido.
El segundo test para Rafa Nadal en Wimbledon llegaba el jueves. El balear se enfrentaba ante Ricardas Berankis que dio la sorpresa en la jornada de su debut ante Querrey. Nadal sufrió ante Cerúndolo, pero se acabó llevando el partido gracias a su experiencia. Ambos se habían medido este mismo año en Melbourne y el triunfo fue para Rafa en sets corridos.
Rafa avanza con grandes pasajes de tenis
El pupilo de Moyá comenzó llevando la iniciativa en el marcador. Rafa no estaba cómodo y es que había rachas de viento y el partido no estaba teniendo largos intercambios, algo que no favorecía al español. Berankis seguía plantando cara y así llegaron a los juegos finales Rafa. Nadal se llevó el importante noveno juego y con el 5-4 ya restaba para ganar la primera manga. De repente llegaban dos bolas de set y a la segunda Nadal certificaba el primer parcial en el que ambos no habían rendido al nivel esperado.
Berankis seguía con su estrategia y parecía que empezaba a funcionar. El lituano fue el primero en dar un golpe sobre la mesa y con el 3-1 hacía saltar las alarmas del español. Rafa esperó su oportunidad y tras tres juegos consecutivos le daba la vuelta al marcador. El español volvía a estar en la mejor situación al llegar a los momentos finales del set, aunque no acababa de convencer con su tenis. Ocurrió lo mismo que en la primera manga y cuando restaba para llevarse el parcial a la cuarta opción certificaba el segundo set y estaba mucho más cerca del triunfo.
El lituano salió sin miedo en el tercer parcial y rápidamente conseguía escaparse en el marcador hasta el 2-0. Nadal sufría mucho y es que no estaba nada cómodo. Berankis cada vez golpeaba más profundo y con más velocidad a la bola y poco a poco se acercaba a llevarse el set. El momento clave llegó en el décimo juego, cuando sacaba para cerrar el tercer parcial y ganando en blanco su juego por 6-4 forzaba como mínimo un cuarto set.
Rafa salió con mucha intensidad y cometiendo pocos errores en la cuarta manga. Un parcial de 3-0 le dejaba más cerca de la victoria. De repente llegó la lluvia y el partido tenía que ser interrumpido. Tras un largo rato de parón por cerrar el techo de la cancha central y un nuevo precalentamiento posterior, el rumbo del partido volvió a su curso natural. Nadal tenía la ventaja del quiebre arriba, jugando más tranquilo a pesar de que Berankis lo estaba moviendo por toda la cancha. Rafa no mostró dudas al servicio y firmó la victoria con un 6-3 final.
