La campeona de Roland Garros privó a la número uno del ránking de acceder a las semifinales del torneo que se disputa en China (6-1, 3-6, 2-6). La pupila de la ex-tenista Anabel Medina Garrigues remontó un parcial en contra para acabar mostrando el nivel que le llevó a ganar la Copa de los Mosqueteros. Muguruza seguirá como número uno en la WTA tras la derrota de Pliskova.
Aunque la española no podrá luchar por otro título más, seguirá como número uno del ránking WTA tras la derrota de su perseguidora Pliskova a manos de la australiana Barty. Muguruza saltó a la pista sabiendo que mínimo iba a continuar otra semana más en la cima del tenis femenino. Sin duda era el duelo estrella en Wuhan, entre dos de las jugadoras más agresivas que hay en la actualidad. Dos jóvenes que están llamadas a enfrentarse decenas de veces en un futuro debido a su potencial. Hasta este encuentro se habían enfrentado en dos ocasiones, ambas sobre tierra batida y con victoria para la hispano-venezonala.
Las cosas empezaron de la mejor manera para la pupila de Sumyk, que estuvo mucho más acertada con los golpes ganadores y el juego agresivo para dominar a su rival. Ostapenko no encontraba los golpes profundos que le hacen llevar la iniciativa en los encuentros. Además cinco dobles faltas permitieron a la número uno sumar tres roturas que cerraban la primera manga con un contundente 6-1 en el marcador a su favor.
La letona, siguió fiel a su estilo pegando a la bola duro hasta encontrar sus mejores sensaciones. En el primer juego de la segunda manga Ostapenko se encontró con tres bolas de break para conseguir la primera rotura a su favor que le hacían creer en la remontada, tras un primer parcial horrible. Ambas se encontraban más cómodas al resto, metiéndose dentro de la pista para llevar la iniciativa desde el primer golpe. Tras unos intercambios de rotura, la jugadora de 20 años se puso por delante en el marcador pasando toda la presión a la primera cabeza de serie del torneo. Muguruza notó la tensión y acabó cediendo su servicio para decidir el partido en el parcial definitivo.
Las sensaciones en este último set eran opuestas al inicio. Ostapenko salió decidida a seguir con la misma dinámica, con actitud y tensión. Garbiñe respiraba profundo intentando tranquilizarse volviendo a encontrar el ritmo de la primera manga. La española empezó con dos juegos de ventaja sobre su rival, pero desde ese momento salió la jugadora que sorprendió a todos en Roland Garros tras proclamarse campeona. Ostapenko se convirtió en un torbellino, convirtiendo en golpes profundos todas las bolas que tocaba. Muguruza se vio superada y cedió tres servicios consecutivos para culminar una remontada prestigiosa de Ostapenko, que vuelve a demostrar sus motivos para liderar el circuito femenino en los próximos años.
