Daniil Medvedev realizó un balance de sus altibajos en la temporada 2020, y cómo logró levantar el nivel para ganar dos títulos importantes antes de terminar el año. El ruso consiguió conquistar los trofeos del Masters 1000 de París-Bercy y las Nitto ATP Finals de Londres, antes de finalizar el año tenístico.
La necesidad de levantarse en los malos momentos
El moscovita de 24 años hizo hincapié en lo importante que es poder levantarse tras los momentos bajos, y la dificultad de mantenerse arriba en un deporte como el tenis. “El tenis no es un deporte fácil. Es difícil de explicar algunas cosas que están pasando… Cuando estás bajo, necesitas encontrar la mejor manera de levantarte rápido. Quería demostrar que era capaz de jugar buen tenis y derrotar a buenos rivales”.
Medvedev también reconoció que no fue fácil la temporada pasada, al no poder alcanzar finales a lo largo del año, justo antes de coronarse por duplicado en París y en Londres. “Por supuesto tengo problemas a veces, especialmente cuando no estoy jugando bien. Puedo perder los estribos a veces. No tenía una final, y eso se te pasa por la mente”.
La particularidad de sus “festejos”
El actual número 4 del mundo, también habló de su elección en la forma de “celebrar” al ganar los partidos, tal y como se vio en la final del Torneo de Maestros ante Dominic Thiem. “El año pasado decidí que sería mi seña de identidad. A mucha gente le gusta, a otras no, pero es lo que siento”.
“Cuando ganas un gran título o partido frente a grandes rivales y no lo celebras, tienes la oportunidad de mirar a tu alrededor y contemplar la energía que hay. Como artista, como tenista, puedes sentirlo todo si lo piensas”, concluyó Medvedev.