El tenista ruso superó al joven canadiense Felix Auger-Aliassime por la vía rápida (6-4, 7-5, 6-2) para meterse en la final del US Open. Medvedev tendrá otra chance de ganar su primer Grand Slam, cuando enfrente el domingo al ganador del duelo entre Novak Djokovic y Alexander Zverev.
Daniil Medvedev llegaba como el gran candidato a esta semifinal, por su excelente performance a lo largo de todo el torneo. Durante sus primeras cuatro presentaciones, el ruso no cedió ni un set, hasta que necesitó de cuatro parciales para superar a Botic Van de Zandschulp en cuartos de final. El actual No.2 del mundo buscaba meterse en su segunda final en Nueva York (llegó en 2019), y su tercera de Grand Slam, todavía sin conseguir títulos.
Por su parte, Felix Auger-Aliassime venía a jugar su primera semifinal en esta clase de torneos, a sus 21 años. El canadiense fue de menor a mayor en Flushing Meadows, mostrando gran tenis y paciencia en sus partidos ante Roberto Bautista y Frances Tiafoe, en tercera y cuarta ronda respectivamente. Además, el pupilo de Toni Nadal, en cuartos de final, iba liderando el marcador ante Carlos Alcaraz, cuando el murciano decidió retirarse.
La «pared» Medvedev, a la final
El partido comenzó con mucha paridad, como era de esperar, aunque con un Medvedev algo más sólido en todo sentido. La igualdad se mantuvo durante los primeros seis juegos del primer set, viendo un Auger-Aliassime que sufría cada vez más cuando no podía jugar con su primer servicio, algo fundamental en su estrategia ofensiva. El ruso concretó un quiebre en el séptimo game, adelantándose en el marcador. Sin ceder su servicio, Daniil se quedó con la primera manga por 6-4.
Para el comienzo del segundo parcial, la tendencia seguía siendo similar. Felix no estaba haciendo mal las cosas, pero necesitaba realmente estar bien plantado para poner en aprietos al ruso, mientras que Daniil ganaba los puntos con mayor facilidad. Pero Auger-Aliassime decidió apretar el acelerador, y tras algunos errores seguidos de Medvedev, el norteamericano quebró el saque para ponerse 4-2. Pero el propio moscovita pudo recuperarse a tiempo para igualar las acciones. Felix perdió la concentración en un momento fundamental, y Medvedev se quedó inesperadamente con el set por 7-5.
El canadiense seguía sufriendo mucho en cada turno de saque, sobre todo cuando no podía jugar con el primer servicio, mientras que para Daniil todo se resolvía más fácil. Más aún cuando el propio ruso concretó un rápido quiebre en esa tercera manga, sumando otro consecutivo en el quinto juego del set. Medvedev tornó irreversible su victoria, y luego cerró el partido con un contundente 6-2.
