La jugadora española consigue acceder al cuadro final del WTA 1000 de Roma tras vencer a la jugadora brasileña Laura Pigossi en la última ronda de previa.
Masarova, al cuadro final del torneo de Roma
La última ronda de la fase previa del WTA 1000 de Roma brindaba un partido muy igualado entre dos jugadoras separadas por solo 21 posiciones en la clasificación mundial. Rebeka Masarova llegaba tras caer en la primera ronda del WTA 125 de Lleida y venció a Rocchetti en la primera ronda. Laura Pigossi llegaba tras vencer de manera cómoda a la rusa Andreeva y buscaba el pase al cuadro final y replicar las buenas sensaciones. El cara a cara entre ambas se estrenaba con este partido en el que la jugadora española era ligeramente favorita para llevarse la victoria.
Pigossi se adelanta
El encuentro comenzó sumido en la locura, con un intercambio de roturas durante tres juegos consecutivos que terminó favoreciendo a la española, que se puso 3-1. Tras esto, el parcial se tranquilizó y ambas pasaron a mantener sus respectivos servicios sin sobresaltos. Sin embargo, la jugadora brasileña recuperó la desventaja en el décimo juego cuando Masarova servía para cerrar. Por tanto, el tie break se hizo necesario para definir a la ganadora del primer set. Ya en el desempate, Pigossi sacó su mejor tenis aprovechando el impulso moral de remontar y terminó por adelantarse en el partido.
Rebeka empata el duelo
El segundo comenzó como terminó el anterior, con mucha igualdad y ambas jugadoras siendo más fuertes al servicio que al resto. Una vez más, la española fue la primera en ponerse por delante, quebrando el saque de su rival en el cuarto juego para ponerse 3-1 y, posteriormente, 4-1. Además, tuvo opción de rotura en el sexto juego para poner el 5-1, pero Laura evitó la situación y puso el 4-2. Pudo romper para el 4-3, pero Masarova también supo sacar adelante su servicio. Así las cosas, el marcador llegó al 5-3 y saque para Rebeka, que salvó una opción de quiebre y cerró la manga con un 6-3.
Masarova sella el pase
El tercero comenzó con mucha igualdad, con ambas sabiendo lo que se jugaban y sin querer ponerse en desventaja. Debido a ello, el marcador no se movió en los primeros compases del parcial. Esto cambió en el sexto juego, cuando la española se puso 4-2 gracias a un break que fue contrarrestado de inmediato. En el noveno juego Masarova tuvo que salvar hasta cuatro pelotas de rotura para evitar perder el partido. Esto le sirvió para coger impulso y romper en el duodécimo juego para poner el 6-5 y servir para cerrar el partido, algo que consiguió con un 7-6.