El joven jugador norteamericano ha realizado un comienzo de 2018 espléndido. No tanto por resultados sino por sensaciones, donde ha demostrado poder plantar cara a algunos de los tenistas más importantes del circuito ATP. Lo analizamos.
Los Challengers de USA son uno de esos lugares donde todo amante del tenis tiene que echar un vistazo para comenzar a observar la progresión imparable de algunas de las mayores promesas del tenis. Sandgren, Tiafoe o Norrie son algunas de las sorpresas más recientes que han dado un paso adelante procedentes de estos torneos y han pisado con fuerza en el mundo ATP. Este mismo caso sucede con el joven McDonald.
‘Mackie‘ nació en la localidad estadounidense de Berkeley y a sus 22 años ya ocupa el puesto 144 del ranking ATP. Su progresión en los últimos meses ha sido abismal, ya que hace apenas un año no superaba el puesto 300 de la clasificación. Este progreso no es casualidad, gracias al compromiso y al esfuerzo de una vida entera dedicada al tenis, el bueno de McDonald disfruta en la actualidad del éxito del mundo del deporte profesional.
Con tan solo tres años comenzó a practicar este deporte. Su 2017 ya estuvo plagado de éxitos presumibles en la consecución de dos finales de Challenger y varias rondas de clasificación en los diferentes Grand Slams. El salto con respecto a este año ya se ha producido. En tan solo 2 meses ya ha vuelto a llegar a una final de Challenger donde cayó ante Nishikori y puso en 1/32 de Australia en enormes complicaciones al, por entonces, número tres del mundo, Grigor Dimitrov, al que llegó a ganar dos sets y hacer peligrar su avance en el torneo.
El salto al top-100
Con estos precedentes, todo hace indicar que este 2018 podría ser el año definitivo en el que el joven norteamericano dé el salto definitivo hacia el top-100 de la ATP y comience a ser más habitual su presencia en torneos ATP y, por qué no, el año en que McDonald levante el primer título de su carrera. Lo que es innegable hasta el momento es que su progresión y avance con tan solo 22 años parece no tener techo.
¿Estaremos ante un nuevo norteamericano que cope las primeras posiciones del ranking como Isner, Querrey y otros tantos? Mientras no se detenga su mejoría diaria, nadie sabe qué nos puede deparar este chico en los años venideros, pero sí que hoy por hoy no podemos hablar de otra cosa que de una pinta tremenda.