Se acaba el torneo, y con él el primer Grand Slam de la temporada. Nos deja varias conclusiones, que analizaremos a continuación.
Kenin y su paso a las grandes citas
La primera, la consagración de Sofia Kenin. Este año debía de ser el suyo, con un ascenso a la élite de la WTA. Pero nadie la tenía apuntada para la final del sábado en Melbourne. Había otras candidatas. Pero poco a poco, con su gran guerra de fondo, y su solidez desde el fondo de pista, fue avanzando rondas, y derrotando a rivales como Gauff, o la número 1, Ashleigh Barty. Desde ahora, tendrá que llevar la presión de estar entre las mejores del circuito, y veremos cómo responde ante tal situación. Tenis tiene de sobra para estar ahí arriba, y el tiempo dirá dónde deja su listón. Ya ha inscrito su nombre en la élite del circuito femenino, y veremos cuántos moldes puede seguir rompiendo.
La mejora de Muguruza con Conchita
Además, nos deja la vuelta de Garbiñe Muguruza. Se la esperaba de vuelta por aquí, y lo ha demostrado, y ha recuperado la chispa y la regularidad que la hacían falta para demostrar que el hecho de que fuese número 1 no era una casualidad. Si mantiene la regularidad del inicio de 2020, está llamada a hacer grandes cosas esta temporada, y porqué no, la veamos levantando un muevo Grand Slam.
Por otra parte, nos ha dejado las decepciones de Elina Svitolina y Karolina Pliskova. Digo decepciones, porque están llamadas desde hace tiempo a luchar por los Grand Slams, pero siempre decepcionan. Karolina perdió en tercera ronda, al igual que Elina, y ambas dieron la sensación de verse totalmente superadas, y que aún no están preparadas para luchar por unos títulos de Grand Slam.
Serena no se rinde con el récord de Grand Slam
También nos ha dejado la sensación agridulce para Serena Williams. Una Serena, que se reafirma como eterna aspirante a los Grand Slams, pero que no es la misma Serena que antes del embarazo, y ahora sufre mucho ante las nuevas jugadoras que han llegado al circuito. Pero nunca hay que descartar su persona como candidata a nada. Por otra parte, Simona Halep ha avisado, que puede ser un buen año para ella, y más aún en la gira de tierra batida.
Jugadoras que aparecen y reaparecen
Y por último, nos ha dejado la varita de Sam Sumyk, jugadora que toca, jugadora a la que potencia. Es el caso de Anastasia Pavlyuchenkova, la cual ha vuelto a jugar su tenis, de la mano del técnico francés, y porqué no, quién sabe si la veremos en los puestos de arriba. Por otra parte, nos ha dejado muchas sorpresas gratas, como el continuo ascenso de Iga Swiatek, que sigue creciendo poco a poco, o la explosividad de Annet Kontaveit y de Coco Gauff.
También África ha puesto su nombre en el panorama, con Ons Jabeur. Una jugadora que tiene muy buenos golpes, pero que el físico no la suele acompañar en algunas ocasiones, pero ha demostrado lo que se esperaba de ella a nivel júnior, y veremos si puede seguir dando continuidad a su buen tenis en Oceanía.
Y, por otra parte, nos ha dejado la despedida de 2 jugadoras en su modalidades, Jessica Moore, una consumada doblista, y sobre todo de Caroline Wozniacki. La danesa se despidió en su torneo, el cual había ganado en 2018, dejando una sensación algo agridulce, pero siempre será recordada en el mundo tenístico.
He aquí algunos toques de lo que ha sido este Open de Australia, y ya las raquetas de la WTA no pisarán otro Grand Slam hasta la tierra parisina. Pero eso ya es otra historia.