- Leandro Serrano y un inicio como entrenador de tenis soñado
- Su contacto con Ritschard
- Experiencia de ser entrenador en un Grand Slam
- Rutina en un Grand Slam
- Objetivo con Ritschard
- Cosas a destacar de Ritschard
- Futuro como entrenador a largo plazo
- Lo más difícil de ser entrenador
- Trabajo mental con un jugador
- Balance de su trabajo con Ritschard
- El techo de su jugador
- El día a día en la Academia
El entrenador de Aranda de Duero vive un gran momento. Junto a su pupilo, Alex Ritschard han logrado el primer gran objetivo, llegar al top 100 tras unos meses inmaculados. Leandro nos contó cómo está viviendo esta experiencia y cuál podría ser el techo del helvético.
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Leandro Serrano y un inicio como entrenador de tenis soñado
Leandro Serrano ha comenzado su experiencia como entrenador profesional con el pie derecho. Junto a Alex Ritschard han escalado posiciones hasta entrar en el top 100. El arandino afincando en Marbella nos contó cómo ha vivido estos meses y lo que ha significado estar en dos Grand Slam como coach. También nos explicó cómo funciona su academia de tenis y cómo la compagina cuando trabaja con el helvético al que no le pone techo desde su inicio soñado como dupla.
Su contacto con Ritschard
«Fue algo un poquito peculiar. Fue a través de su novia. Ella había hecho un par de entrenamientos en la academia de Marbella y unos meses después conoció a Alex. Él tenía unas semanas previas a Roland Garros donde no tenía donde entrenar y vino a Marbella, contactó conmigo aquí, hicimos un plan de entrenamientos. Tuvo buenas sensaciones en los entrenamientos y en Roland Garros. Después su relación con su antiguo entrenador se truncó y luego contactó conmigo y decidimos trabajar juntos«.
Experiencia de ser entrenador en un Grand Slam
«Es algo que si has jugado al tenis, has competido, es lo máximo. Tanto como jugador como entrenador. Estar en un Grand Slam es una experiencia única. Hasta que no lo vives desde dentro, es un poquito difícil de imaginar. Ha sido una de las experiencias de mi vida«.
Rutina en un Grand Slam
«Depende mucho de cuándo y a que horario juegas. Al final es una rutina diaria y bastante estipulada. Te levantas, desayunas, vas al recinto, entrenas, comes, vuelves a entrenar si no tienes partido, cenas y al hotel. Si hay partido es un poco similar pero preparando un poco el partido«.
Objetivo con Ritschard
«Cuando empecé con él estaba 184 del mundo y su objetivo es intentar llegar al Top-100. Ese es el objetivo que nos hemos marcado. Si Alex gana la final de Lisboa seremos Top-100 del mundo«.
Cosas a destacar de Ritschard
«Lo que más destaco de él es que es muy ofensivo y agresivo. La derecha que tiene yo creo que es de las mejores del circuito. Al final es un jugador muy tranquilo, muy ordenado, muy profesional. Al final es lo que más destaco de él«.
Futuro como entrenador a largo plazo
«Obviamente me gustaría seguir junto a Alex. Obviamente es una decisión del jugador. Me encantaría seguir hasta el final. Ojalá lleguemos a lo máximo posible«.
Lo más difícil de ser entrenador
«Al final lo que más cuesta a los entrenadores es mantener a los jugadores tranquilos. Cada semana es diferente, cada partido es diferente. A ese nivel es difícil enseñarle una derecha o un revés. Es tener ese vínculo, esa confianza, esa tranquilidad en cada partido, en las previas, analizar a los jugadores, es un poquito lo fundamental«.
Trabajo mental con un jugador
«Es un poquito complicado porque el que juega es él. Yo desde fuera puedo verlo, pero el que siente esa presión es el jugador. Se han escapado varios partidos, como el de Wimbledon con cuatro match points. Pero es algo que hemos trabajado y hemos mejorado. Sobre todo mantenerlo tranquilo en esos momentos críticos«.
Balance de su trabajo con Ritschard
«Yo le pongo un notable. No le pondría un sobresaliente, porque siempre se puede mejorar. Menos de eso sería ser un poco crítico, así que le pongo una nota buena».
El techo de su jugador
«No le pongo techo. Ha ido para arriba cada semana y no queremos poner techo. Queremos seguir haciendo las cosas bien, construyendo bien, y ver hasta donde subimos«.
El día a día en la Academia
«Es verdad que desde que se sumó Alex ha cambiado la dinámica. El LST Marbella es una academia que está abierta a todo el público. Desde los niños a gente que quiere venir por ocio. A niños de nueve o diez años que están empezando a competir. Es una academia que funciona mañana y tarde. Cuando Alex está en Marbella se une a los entrenamientos, ponemos horarios para él y cuando yo viajo, queda un entrenador que se encarga de todo«.