Madison Keys se presentó en el Queen’s con una sólida victoria para instalarse en los cuartos de final. La estadounidense hizo valer su potencia en el césped londinense y derrotó en sets corridos a la rusa Zakharova.
Keys pisa con autoridad en Londres
Después de una regular gira sobre arcilla, Madison Keys (8°) aterrizaba en Londres para comenzar su travesía en las canchas de hierba, con la intención de prepararse para el tercer Grand Slam del año. La estadounidense, cuartofinalista en Roland Garros, debutaba en el WTA 500 de Queen’s, enfrentándose en los octavos de final con la rusa Anastasia Zakharova (111°), quien llegaba desde la Qualy. En la ronda previa, Zakharova derrotó a la número 21 del ranking, Donna Vekic, para citarse con la segunda preclasificada del cuadro. Se trataba del primer cruce entre las protagonistas, donde la favorita era la jugadora de los Estados Unidos, campeona en el Abierto de Australia.
Madison expone su potencia y toma la delantera
En el comienzo del partido se vio a una Madison Keys firme en la línea de base, conectando golpes rápidos para sostener su juego de servicio. En el segundo game, la estadounidense logró contrarrestar los tiros de su rival, creando una chance de break, pero la rusa supo resolver con ejecuciones tajantes. Luego, Zakharova generó profundidad en la devolución, incomodando a Keys para capturar el primer quiebre. La americana tuvo cinco oportunidades para igualar las cifras, sin embargo, no fue capaz de ajustar sus tiros en los puntos importantes. Pese a las dificultades del duelo, Madison afinó su armamento, produciendo ataques veloces para recuperar el saque.
Posteriormente, la estadounidense recaudó confianza en el terreno, exprimiendo sus recursos y desbordando constantemente a la rusa, lo que le permitió quebrar nuevamente en el octavo game. Acto seguido, Keys se hizo cargo del servicio, subrayando lo mejor de su arsenal para firmar un 6-3 en el primer asalto.
Keys acelera a toda máquina para sellar el triunfo
La segunda manga tuvo un inicio confiable para los tenistas, quienes supieron imponer sus habilidades para establecer los primeros dígitos. Ya en el tercer juego, la rusa no pudo equilibrar su juego y encadenó errores no forzados, regalándole el servicio a la americana. Sin contratiempos, Madison se defendió bien en su turno de saque, validando la ruptura para ubicarse 3-1 en el score. Luego, la estadounidense se afirmó en el fondo, imponiendo su agresividad y quitándole tiempo de reacción a su oponente para concretar otro quiebre. Más allá de la desventaja, Zakharova consiguió ajustar sus devoluciones y rescató una ruptura tras un globo perfecto.
De todos modos, Keys no bajó la intensidad de sus golpes, volvió a presionar con impactos profundos y forzó errores en la rusa para establecer un tercer break. Con el servicio a disposición, la norteamericana dictó los puntos desde la línea final y se apoderó de la victoria con un marcador de 6-3, 6-2.
