El ruso jugó un gran partido para imponerse a un terrícola como Garin (6-2, 3-6, 6-4, 6-2). Khachanov estará en los octavos de final y se medirá a priori con Djokovic. Sin duda que una prueba de nivel para el serbio en caso de que finalice su partido con triunfo.
Garín y Khachanov duelo por todo lo alto para llegar a los octavos de final. El chileno venía con mucha confianza tras un buen torneo en Hamburgo y ganar a Kohlschreiber y Polmans en Roland Garros cediendo un set en cada uno de los encuentros. Por su parte el ruso no es un terrícola pero no había tenido mayores problemas para vencer a Majchrzak y Vesely, aunque con el chico tuvo que emplearse al máximo en algunos momentos decisivos.
Se esperaba un partido igualado, con un alto ritmo en los peloteos desde el fondo de la pista. Así fue, pero al inicio hubo muchos errores. El peor parado fue Garín que en pocos minutos tenía el marcador adverso por 5-1. El chileno necesitaba tranquilizar los nervios y buscar soluciones ante un rival que estaba dominando en la pista con sus potentes golpes. Únicamente pudo coger algo de ritmo y confianza de cara al segundo set ya que en solo 39 minutos el ruso estaba en el banquillo con el primer set.
La garra de Garín tenía que aparecer en el partido. Empezar con el servicio le podía dar un plus de tranquilidad. Garín ganó el juego y justo en el siguiente conseguía esa rotura que le hacía animarse. En cambio poco le duró la alegría ya que otra vez los tiros ganadores de Khachanov le hacían volver a sumar dos juegos consecutivos y poner el 2-2. Cristian no podía ceder otro juego y dejar a su rival la iniciativa en el marcador. Después de un juego tenso se ponía 3-2 por delante, aunque las sensaciones no eran del todo positivas. Justo en el siguiente juego llegó un break que le dejaba muy cerca del set tras poner el 4-2. El chileno sufrió pero no perdió los nervios para acabar imponiendo su tenis y ganar la segunda manga. Todo estaba igualado y uno de los dos tenía que liderar el tercer parcial.
Khachanov sentencia el partido
Era Khachanov el que tuvo la iniciativa en el marcador algo muy importante en el tenis. La igualdad se notaba pero al ser siempre el ruso quién estaba por delante, Garín jugaba muy presionado. Tras el 4-3 para el ruso llegó la rotura que le dejaba con el servicio para volver a tomar la delantera. El chileno resistió y puso devolver el mismo golpe a su rival para poner el 5-4 y tener servicio con el objetivo de poner tablas. No fue así y es que Khachanov siguió con la misma precisión en los golpes. De esta manera sumó el set y estaba más cerca del pase a cuarta ronda.
Quizás la cuarta manga fue la más desigual. Garín estaba sufriendo mucho con el servicio. Salvó en su primer saque tres bolas de rotura. Luego ya nada más pudo hacer desde el 3-2 para el ruso. Tres juegos consecutivos, dos de ellos al resto para demostrar que ha llegado en grandes condiciones a Roland Garros y después de tantas sorpresas puede ser uno de los tapados del cuadro en una superficie que no es su predilecta.