La jugadora francesa vence una batalla campal. Caroline Garcia remonta ante Muchova un partido que comenzó perdiendo y que duró tres horas.
El último partido de la ronda de octavos de final del WTA 500 de Doha enfrentaba a dos jugadoras separadas por muchas plazas en el ranking. Caroline Garcia llegaba al torneo como tercera cabeza de serie y en el puesto cinco mundial tras perder la final de Lyon. Karolina Muchova volvía a las pistas tras la derrota en segunda ronda del Abierto de Australia en un partido apretado ante Collins. El cara a cara entre ambas se estrenaría con este enfrentamiento.
Máxima igualdad
El partido comenzó muy igualado, con ambas jugadoras manteniendo su saque con comodidad hasta el 3-3. En ese momento, Muchova asestó el primer zarpazo al partido, con una rotura que la colocaba 4-3 y saque. En el posterior juego, Garcia dispuso de tres bolas de rotura, pero no pudo capitalizarlas. Cuando parecía que la checa se llevaría el set gracias a esa rotura, Caroline salvaba el set para empatar a cinco. Con la igualdad de vuelta, solo el desempate definió a la ganadora del set, sonriendo a Muchova.
Misma tónica en el segundo
Tras un primer set muy igualado, el segundo comenzó con Muchova teniendo mejores sensaciones y García cometiendo errores impropios de una jugadora de su calidad. Garcia se repuso a tiempo y consiguió una bola de rotura en el quinto juego del parcial, aunque una vez más no llegó a materializarla. Con el cuatro iguales en el marcador la francesa dispuso de tres bolas de rotura, pero Muchova las salvó magistralmente. Finalmente, Garcia consiguió una rotura clave en el 5-5 para llevarse el set.
Garcia desequilibra el partido
El tercer parcial comenzó con ambas tenistas guardando su servicio sabiendo que una rotura sería decisiva. El primer servicio de Muchova se vio marcado por una bola de rotura en favor de García pero que la checa pudo salvar. La igualdad se apoderó del encuentro y hasta el 4-4 no se vio la primera rotura, que favoreció a la francesa. Tras conservar su saque y en la segunda bola de partido cerró una auténtica batalla campal.