El tenista californiano se lleva el duelo ante su compatriota para sellar su pase a la segunda ronda del último Grand Slam del año.
El US Open traía en primera ronda un enfrentamiento entre dos jugadores locales de diferentes generaciones. Taylor Fritz llegaba en pleno apogeo de su carrera, con 25 años y ganas de hacer un buen torneo en frente de su gente. Steve Johnson llegaba con 33 años y estaba ante uno de sus últimos torneos en Nueva York, por lo que trataría de obtener un gran resultado. El cara a cara entre ambos favorecía a Taylor, que había ganado tres de los cinco partidos y se había retirado en los otros dos.
Taylor comienza mejor
El encuentro comenzó con ambos ganando su primer turno de servicio para entrar en el partido. Sin embargo, la igualdad duró poco, pues Fritz consiguió quebrar en el tercer juego para ponerse en cabeza y dejar atrás a su rival. Por si fuera poco, Taylor quebró de nuevo en el quinto para poner un 4-1 que terminó siendo definitivo. Steve no era capaz de hacerle daño a un jugador al que nunca había sido capaz de ganar y el californiano lo sabía. Así las cosas, Taylor cerró de manera cómoda el primer set tras ganar en blanco su servicio para el 6-2. Su nivel estaba siendo muy bueno y se esperaba que el partido siguiese por el mismo camino.
Fritz no pisa el freno
El segundo set arrancó con Johnson salvando bola de break en el primer juego, algo que sirvió como premonición de lo que fue el resto del parcial. Otra vez en el tercer juego el joven jugador se ponía por delante ante un Steve que veía una vez más como se escapaba en el marcador. Sin embargo, en esta ocasión fue aun peor, pues sumó dos roturas más para cerrar con un clamoroso 6-1 que mandaba un aviso a navegantes. Fritz estaba jugando a un nivel altísimo, conectando muchos golpes ganadores y dominando con su potente derecha.
Se acaba el partido
El tercer parcial siguió el mismo guion que los dos anteriores, con un Fritz jugando muy cómodo e imponiendo su potencia ante un rival desesperado. No tardó mucho en romper el californiano, que quería pasar el menor tiempo posible en pista para evitar cansancio. En el segundo juego se decantó de nuevo el set, con un Taylor que se mostraba muy superior para caminar tranquilo el resto del set. Solo tuvo que ir ganando su servicio, de manera cómoda, para colocarse al resto con un 5-2. En ese momento, Fritz cerró el encuentro con un gran resto de revés paralelo que Steve solo pudo mirar.