El de Jávea habló para Eurosport sobre el duelo que enfrentará a su pupilo Alexander Zverev y su amigo Pablo Carreño. Ferrer explicó que es una situación complicada ya que tendrá que ayudar al alemán a superar a su compañero.
Una de las semifinales masculinas enfrentará a Pablo Carreño contra Alexander Zverev. El español ha sido la gran sorpresa del torneo tras el incidente de Djokovic que le costó la descalificación. El asturiano luego superó a Shapovalov en cinco mangas y luchará por un puesto en la final del US Open 2020 que tendrá nuevo campeón de Grand Slam. En frente estará Alexander Zverev, uno de los favoritos y al que está ayudando David Ferrer, recientemente retirado y un gran amigo de Pablo Carreño tal y como recoge Europa Press.
La ventaja de conocer el circuito
David Ferrer colgó la raqueta en el Mutua Madrid Open en 2019. El de Jávea conoce a todos los integrantes del circuito ATP ya que se ha medido con la mayoría y esto es algo que puede ayudar mucho a su nuevo pupilo Alexander Zverev de cara a las semifinales del US Open. «Hace poco tiempo que dejé de jugar y eso me ayuda porque conozco a muchos jugadores de entrenar y competir contra ellos. Transmitir esa experiencia siempre es bueno. A Pablo lo conozco muy bien desde que era un niño ya que venía a Valencia a entrenar conmigo y le tengo mucho aprecio«.
Alegría por Carreño
Ferrer se mostró muy contento por el torneo que está haciendo Pablo Carreño y que le han colocado en las semifinales del US Open. También explicó que es raro tener que aconsejar a Zverev para que pueda superar al español y llegar a la final ya que la relación entre Ferrer y Carreño es muy buena. «Me alegro mucho de que Pablo esté en semifinales compitiendo a un gran nivel. Siempre es positivo que a las buenas personas les pasen cosas buenas. También es raro porque es mi primera experiencia como entrenador y porque hablo con Alexander para preparar el partido mientras que se enfrenta a un amigo y compañero como Pablo«.
Sus inicios con Zverev
El alicantino contó como fue el inicio de su relación con Zverev. «En el año en el que me retiré profesionalmente me llamó para intentar trabajar juntos. Ese mismo año no era el momento y en la siguiente ocasión ya me encontraba trabajando para el Godó de Barcelona y no tenía el tiempo suficiente. La tercera vez que me llamó coincidió con el confinamiento debido a la COVID-19 y es cierto que yo ahí tenía más tiempo disponible. Me gustó mucho que me llamara él porque seguro que tenía más opciones, pero esa insistencia y ganas de trabajar juntos me convenció. Estoy muy contento a nivel profesional y también a nivel personal«.