El tenista argentino, hermano del ex número tres mundial, Guillermo Coria, atendió a la web oficial de la ATP en el día de su llegada al top100 de la clasificación mundial. Junto a los Ganzábal, Julián y Alejandro, los Coria se convierten en la segunda dupla de hermanos argentinos dentro de los cien mejores del ranking individual en toda la historia del tenis.
Ayer no fue un día cualquiera para Federico Coria. El argentino, presente esta semana en el Challenger de Forli, en Italia, cumplió uno de sus grandes objetivos como tenista profesional: llegar a ser top100 del ranking ATP. Tras alcanzar la segunda ronda del Masters 1000 de Roma, venciendo a todo un top30 mundial como es el alemán Jan-Lennard Struff, Coria saltó hacia el número 98 del mundo, logrando una de las metas que había estado esperando durante toda su carrera. En declaraciones a la web oficial de la ATP, el rosarino reconoce estar viviendo un momento muy especial, logrado tras muchos años de duro trabajo que por fin tienen recompensa.
Segunda pareja de hermanos argentinos en el top100
No es un hecho baladí el alcanzado por Federico esta semana. Gracias a ello, el tenis argentino vuelve a hacer historia al colocar a dos hermanos, él y Guillermo, entre los cien mejores del mundo por segunda vez en el circuito individual, siguiendo los pasos de los hermanos Ganzábal, Julián (número 68 en 1976) y Alejandro (número 58 en 1985). Además, también pueden decir que son el cuarto par de hermanos top100 del mundo durante los últimos 20 años. Solamente los alemanes Alexander y Mischa Zverev, los austríacos Jurgen y Gerald Melzer y los belgas Olivier y Christophe Rochus los han emulado desde el año 2000.
Un momento muy especial
«Hoy fue un día muy especial para mí, muy esperado. Hasta me encontraba ansioso de que sucediera. Se iba a dar en marzo, pero después vino el congelamiento del ranking por lo de la pandemia y se hizo demorar bastante… Llega de la mejor manera, después de ganar mi primer partido en un Grand Slam (US Open) y en un Masters 1000 (Roma). Terminó siendo mejor de lo que me imaginaba. Por suerte, no le di muchas vueltas durante el torneo porque sabía que tenía que estar enfocado».
Recompensa a diez años de duro trabajo
«Mi primer sueño era sacar un punto ATP. Cuando lo hice, mi hermano Guillermo imprimió la página del ranking ATP de ese día y la pegó en casa. Ya han pasado diez años desde que comencé a viajar por el mundo. Ha habido muchos altibajos, por eso alcanzar el top100 me da unas ganas terribles de seguir subiendo. De eso trata la vida: aguantar los golpes y esperar un buen momento».
Su hermano, ídolo y referente
Diez años menor que él, Federico creció viendo a su hermano pelear de tú a tú contra los mejores del mundo y en los más grandes escenarios. Guillermo, todo un ex número tres mundial, vencedor de dos Masters 1000 (Montecarlo y Hamburgo), además de ser finalista en Roland Garros 2004, es ahora Secretario del Interior en la Asociación Argentina de Tenis, además de de fundador de su propio equipo de eSports, los New Pampas.
Sin embargo, durante sus años de esplendor en el circuito, no tuvo la oportunidad de desarrollar un vínculo normal entre hermanos y apenas se conocían en la intimidad. Con 13 años recién cumplidos, Guillermo se mudó a Miami para continuar su formación como tenista. Allí sobrevivió con apenas 50 dólares a la semana, siendo este el principio de una carrera formidable en el deporte de la raqueta.
La timidez de Federico era tal que cuando su hermano Guillermo llamaba a casa, él pedía a sus padres no ponerse al teléfono porque se emocionaba y le daba vergüenza. Ahora, con una relación bastante más cercana de la que tuvieron en el pasado, Federico puede encontrar en su hermano el espejo adecuado en el que mirarse, una figura referencial a la que pedir consejo en esta nueva etapa que recién se acaba de abrir ante sus ojos.
«Hoy cuando vi el ranking, me sentí realmente orgulloso y feliz por Fede. Está cumpliendo sus sueños y eso me hace sentir muy feliz como hermano. Hubo momentos en los que lo vio muy lejano y casi imposible. Sin embargo, nunca se rindió. Continuó peleando y rebuscando, disputando giras eternas con muchos torneos para agarrar confianza. Que haya ganado su primer partido de Grand Slam, pasar la previa en Roma y ganar partidos al nivel que lo hizo… esto es una recompensa a todos esos resultados«.
Agradecido a su hermano y a su padre
«Les tengo que agradecer mucho a mi hermano Guille y mi padre Cacho por haberme inculcado este gran amor que siento hacia este deporte. Mi hermano maximizó todo eso, se convirtió en mi ídolo, en un superhéroe al triunfar por todo el mundo. Gracias a él estoy viviendo una alegría inmensa».
No conformarse
«Estoy jugando los torneos que siempre soñé, los torneos en los que veía a Guillermo cuando era pequeño. Jugar el cuadro principal de Roland Garros va a ser mi propio sueño y mi propia historia. Me siento liviano de haber podido lograr esto, me va a permitir jugar más tranquilo a partir de ahora. Espero seguir mejorando».