Cortocicuito en toda regla lo que le pasó en la cabeza al tenista galo Benoit Paire en el torneo de Halle 2017. El francés recibió hasta tres avisos de warnings consecutivos que le costaron perder un juego. Su rival, Florian Mayer lo aprovechó para vencer por la vía rápida con rosco incluido.
El tenis es uno de los deportes en el que más influye el estado anímico del jugador. Algunos jugadores son especialistas en irse de los partidos, perjudicando su juego como recoge los mayores enfados en la historia de este deporte. Benoit Paire es uno de los que está en la lista, aunque ha ido progresando y corrigiendo estos comportamientos. En primera ronda del torneo de Halle, en el segundo juego recibió un break y golpeó la raqueta contra el suelo. Al poco tiempo la levantó de nuevo para golpearla tres veces con rabia. En este momento el juez árbitro le pitó un primer warning, pero no esto no iba a acabar aquí.
Seguidamente el galo lanzó la pelota a la grada desde el resto lo que le costó el segundo warning, regalando un punto a su rival. La furia del francés iba a más que con un 40/0 decidió golpear la pelota fuera del estadio, para que al árbitro decidiera aplicar el tercer warning visto pocas veces, para costó perder un juego de forma directa. Lógicamente tras este comportamiento, Paire no consiguió la hazaña de remontar el partido. Un enfado que recordó a alguno de John McEnroe y quedará para las memorias por la velocidad en pitar los tres warnings.
Uno de esos días negros en los que aparece la rabia de un jugador con mucho carácter, aunque también sabemos que es uno de los que más espectáculo y talento tienen dentro del circuito. Poco a poco y con el paso de los años el galo ha ido mejorando su comportamiento algo que dice mucho de él, ya que sigue creciendo como tenista.
