Novak Djokovic conquistó por décima vez el Open de Australia al poder derrotar a Stefanos Tsitsipas mediante un 6-3, 7-6(4), 7-6(5) en casi tres horas de encuentro.
La historia entraba en juego a partir de las 19:30 en Melbourne con dos tenistas que sin ningún tipo de duda habían demostrado ser los mejores de las dos semanas de competición. Con el bagaje más que favorable para el rey de Australia con un 10-2 se avecinaban a recitar espectáculo sobre una Rod Laver Arena que tenía esa intriga por presenciar lo que podía ocurrir en un día que podía quedar señalado en las hazañas de la historia del tenis.
El balance que tenían entre ellos era claro dentro de las luchas por los títulos ya que Djokovic era dueño con una efectividad del 100%. Además tenían el precedente de un Grand Slam al competir por el cetro en Roland Garros 2021. Allí, el heleno, consiguió ir con dos sets a cero.
Un break es suficiente
Djokovic ya dio visos desde el comienzo del encuentro de lo que tenía en mente. A Stefanos, por su parte, le costó asimilar ese inicio de cita que le propuso el serbio, y después de haber salvado bolas de quiebre en el primer juego al servicio, en el próximo se vio cómo la situación se le ponía en contra. No estaba del todo cómodo y Djokovic estuvo avivado en las reacciones. Ese quiebre tempranero, lo mantuvo con todo su repertorio dejando que su oponente no se acercara a lo que podría suponer ser el mínimo peligro.
Mucho nivel sobre la pista
El nivel mostrado por ambos en el segundo parcial fue impresionante. Tsitsipas ascendió sus prestaciones pese a tener que solventar dos juegos en los que Novak le obligó tener que llegar al deuce. El premio parecía cercano ya que la primera bola de break que avistó sobre la jornada de hoy sería sinónimo de una bola de parcial. Sin embargo, Djokovic, se auto recetó una definición que sirvió para que el electrónico continuara cronometrando la duración del set.
Alcanzaron una muerte súbita que continuó por los mismos intervalos que el set y compitieron a un nivel angelical. El serbio encontró primero el camino, el heleno le encontró pero en el 4-4, Djokovic supo manejar mejor las definiciones que llevaron a que un parcial con una puja interminable, tuviera su comprador. Con dos sets a cero se sentaba en la silla para encontrarse muy cercano al triunfo.
Djokovic define
Stefanos quiso no rendirse y continuar luchando por esas mínimas oportunidades que le faltaban. Apostó por ir a por el primer juego del serbio, pero se encontró rápidamente con esa reacción de Novak. El cabeza de serie número cuatro del cuadro, no quería dar la más ligera ventaja a su rival y cuando se encendían las alarmas, rápidamente ponía su clave para que parase.
Cabalgaron solventes con sus turnos al saque sin que ningún peligro pudiera avivarse. Por tanto, el rumbo hacia la muerte súbita estaba vigente. Ese juego definitivo comenzó con el serbio poniendo las diferencias con dos mini breaks marchándose hasta el 0-5. El heleno sumó un punto antes del cambio de lado con ese 1-5.
El griego quiso poner mayor atracción a ese desenlace pero Novak alcanzó la bola de partido levantando al público de sus asientos. Esa primera fue solventada con un segundo saque en el que el pupilo de Ivanisevic la triaba fuera. La segunda, también se esfumó mediante un buen saque, pero la tercera con ese 6-5, el serbio lo tenía con el primer golpe. Con una derecha, Djokovic definió su décimo título en el Open de Australia al derrotar a Tsitsipas.
