El argentino se carga al cabeza de serie número ocho. Facundo Díaz Acosta comienza su andadura en el torneo alemán con una victoria sobre el local Oscar Otte.
La primera ronda del Challenger de Heilbronn enfrentaba a dos jugadores separados por 17 plazas en la clasificación mundial. Facundo Díaz Acosta llegaba a este torneo tras una desoladora derrota en cinco sets ante Kubler en primera ronda de Roland Garros con ganas de sumar victorias. Oscar Otte jugaba en casa y llegaba tras caer en primera ronda también en territorio galo. El cara a cara entre ambos se estrenaba con este partido en el que el argentino era favorito al jugarse en tierra batida.
El argentino comienza en cabeza
El encuentro comenzó de manera tranquila, con ambos midiendo a su rival al ser el primer enfrentamiento entre ellos. Esta tranquilidad duró cuatro juegos, ya que en el quinto el argentino aprovechó su solidez en tierra para quebrar el saque de su rival. Otte no encontraba la manera de conectar golpes ganadores en una pista de arcilla y Díaz Acosta lo sabía. El resto del set transcurrió con ambos manteniendo sus servicios de manera muy cómoda, algo que beneficiaba a Facundo al ir ganando. Así las cosas, el argentino se llevó el primer set con un 6-4 para empezar mandando en el partido.
Otte pone las tablas
El segundo set empezó de igual manera que el primer, aunque la igualdad duró dos juegos menos. En esta ocasión Facundo se hizo con el quiebre en el tercer juego para poner contra las cuerdas al jugador local. El impulso del primer set y las buenas sensaciones sobre la pista hacían parecer que el argentino sellaría el partido de manera cómoda. Sin embargo, Otte encontró la rotura cuando más la necesitaba con el 5-4 en contra para mandar el partido al desempate. Ya en el tie break, Oscar mandó el partido al tercero con una volea de derecha a la que Acosta no llegó.
Díaz Acosta cierra el partido
El tercer parcial vivió el resurgir del argentino tras un momento de duda, volviendo a coger las riendas del partido tras un momento de duda. Acosta se hizo con un quiebre en el cuarto juego para poner un 4-1 que parecía decisivo. Díaz había vuelto a encontrar la manera de ser superior y no pensaba dejar que se le escapase el partido. Así las cosas, rompió para el 5-1 con un revés cruzado de su rival a la red que cerraba casi el partido. Finalmente, el argentino selló el partido con su saque tras una gran derecha paralela para poner el 6-1.
