Francisco Comesaña se quedó con una gran victoria ante el español Pablo Llamas Ruiz en tres parciales (3-6, 6-2, 6-2) para coronarse como el campeón del Challenger 75 de Vicenza. El argentino suma así su tercer título Challenger.
Turno de disputar la gran final del Challenger de Vicenza, con un duelo de habla hispana. Francisco Comesaña, que había clasificado al cuadro como Alternate, quería completar una semana ideal con triunfos ante nombres como Coppejans o Passaro, el máximo cabeza de serie del torneo. Por su parte, Pablo Llamas había hecho lo propio ante otros preclasificados como Shimabukuro o Nardi, segundo favorito. El español buscaba su primera conquista en el circuito.
Comesaña, remontada y campeonato
El partido comenzaba con una tendencia favorable para Comesaña, con buenas devoluciones y poniendo la presión en el saque de su rival, que tenía que salvar bolas de break en sus primeros dos turnos de servicio. Llamas salía adelante sin problemas, para ir confianza e intentar aprovechar que el argentino tenía que sacar siempre en desventaja. Justamente esa presión extra haría mella en el octavo juego, cuando tras un game muy extenso, el español logró el primer break del partido para encaminar el set a su favor. Llamas no dejó escapar la chance y cerró el primer parcial por 6-3.
A pesar de cómo se le fue ese set de apertura, Comesaña siguió mostrándose muy activo de piernas y enfocado, ahora sacando primero. La presión caía sobre los hombros del español, que igualmente jugaba con ese margen de haber ganado el primer parcial, pero sin bajar la instensidad. El argentino logró quebrar en el sexto juego para colocarse 4-2. Francisco se quedaría con esta manga por 6-2, con un segundo quiebre.
Pablo Llamas conseguía quebrar en el primer juego del set definitorio, una ventaja que por cómo venía el partido parecía fundamental. Sin embargo, rápidamente el argentino supo retomar la pelea, y tras lograr dos quiebres seguidos, se puso 3-1 por delante. Un game totalmente crítico el siguiente, cuando Comesaña salvó hasta tres puntos de break para confirmar la rotura y tomar un margen de 4-1 en lo numérico. Finalmente, el tenista de Mar del Plata selló su victoria con otro 6-2 definitorio.