La tenista grancanaria afronta la fase final de su tratamiento contra el linfoma de Hodgkin, enfermedad que le fue diagnosticada el pasado mes de septiembre. Según reconoce la española, la recuperación avanza por muy buen camino y todo indica que podrá volver a las pistas este mismo año.
El pasado mes de septiembre, Carla Suárez anunciaba su retirada temporal del circuito profesional al habérsele diagnosticado un linfoma de Hodgkin. Inmediatamente, la tenista española se puso en manos de los médicos para iniciar un tratamiento de quimio y radioterapia con el objetivo, primero, de superar esta enfermedad y, más adelante, poder volver a las pistas para despedirse del tenis de la mejor manera posible.
Pues bien, las noticias que nos llegan de su recuperación no pueden ser más alentadoras. El pasado lunes 5 de abril, la tenista de Las Palmas de Gran Canaria colgó una foto en sus redes sociales en la que afirmaba que había vuelto a entrenar y agradeciendo todas las muestras de cariño de sus fans.
Tal y como recoge el Diario AS en sus páginas, Carla ha establecido su base de operaciones en la Women’s Coaching Academy (WCA) de Barcelona, gestionada por Lourdes Domínguez Lino, Ana Alcázar (ambas ex tenistas ya retiradas) y Beatriz García Vidagany, ésta última todavía en activo. Su equipo de trabajo lo completan Sara Mérida (responsable de preparación física) y Laura Urriola (Fisioterapia).
Evolución positiva del tratamiento
Tras completar sus sesiones de quimioterapia a finales de enero, Carla se encuentra actualmente en la última fase de su tratamiento de radioterapia, que incluye 15 sesiones previstas para finalizar el próximo 19 de abril.
“Voy siguiendo el consejo médico en todo momento, escuchando las pautas que me marcan y atendiendo a las recomendaciones de los profesionales. Por fortuna no estoy teniendo ningún efecto secundario y la evolución marcha por buen camino. En un momento especialmente complicado, debo agradecer el gran trabajo que están haciendo”, aclaró la española.
Plan para la vuelta a la competición
En paralelo a su evolución clínica, Carla también tiene medida su posible vuelta a las pistas con todo detalle. La española se encuentra realizando dobles sesiones de entrenamiento desde el pasado 1 de marzo, realizando trabajo sobre pistas de tierra batida de lunes a viernes en horario matinal. Con el objetivo de ir adquiriendo el fondo físico necesario que demanda el deporte profesional, la grancanaria complementa todo ese trabajo en pista con tres o cuatro sesiones semanales de gimnasio por las tardes.
“Me he mantenido activa durante prácticamente todo el tratamiento. Desde hace unas semanas sigo un plan de preparación más enfocado al tenis. Mi deseo es volver a la pista para poder completar mi carrera de una manera agradable, compitiendo con mis compañeras y agradeciendo al deporte todo lo que me ha dado. Quiero tener esa oportunidad y voy trabajando a diario para poder conseguirlo. Tengo la ilusión de volver a competir”, reconoció.
Regreso con ranking protegido
Debido a su larga inactividad, Carla dispondrá de la oportunidad de regresar con ranking protegido. Este será el número 68 del mundo, que le permitirá disputar, al menos, dos torneos Grand Slam y los Juegos Olímpicos.
“La fecha de un posible regreso la marcará la evolución de estas próximas semanas. Mi prioridad es estar sana, pero también físicamente lista en el momento de acceder a un torneo. La profesionalidad va a estar por encima de todo, y eso es lo que me guía desde que he incrementado la intensidad de los entrenamientos”, sostuvo.