El tenista granadino sale de Túnez con un nuevo título Challenger debajo del brazo tras imponerse en la final de forma contundente al holandès Gijs Brouwer (6-1, 6-1).
Roberto Carballés vuelve a salir voctorioso una vez más. El tenista granadino hizo valer su buen hacer sobre la tierra batida tunecina para imponerse de forma muy clara en la final al joven Gijs Brouwer, en un encuentro en donde la mayor solidez y fondo fisico del español terminó jugando un papel clave en el devenir del mismoy además le otorga mucha confianza de cara al segundo Grand Slam de la temporada en tierras parisinas.
Carballés se consagra en Túnez
El partido no tendría mucha historia, y es que sólo ha habido un tenista en la pista central de Túnez. Roberto Carballés comenzó dominando desde el principio, y lo hizo con un alto nivel al resto. El tenis sólido del español no tardó en provocar los errores de un Brouwer que no consiguió hacer valer su poderosa derecha de zurdo para frenar el muro que tenia enfrente. El español supo jugar muy bien a lo largo de todo el primer parcial, y gracias a ello se llevó la primera manga por un cómodo 6-1.
El nivel de Roberto no menguaria en el inicio del segundo parcial y su tenis sólido siguió haciendo estragos en el tenista holandès. Los golpes planos de Brouwer se estrellaban una y otra vez contra la resistencia y la solidez del andaluz desde el fondo de pista y los nervios serian parentes en el tenista zurdo, un Brouwer que no se mostraba nada seguro con su golpe de revés en ningún momento. La victoria no tardó en llegar para un Carballés que llega a París con unas sensaciones muy positivas para el segundo Grand Slam de la temporada que está a la vuelta de la esquina.