Carlos Alcaraz ha sido fijado desde algunos medios de comunicación como el «nuevo Rafa Nadal», un peligro constante. No se puede comparar a un joven tenista que aún se está formando con uno de los mejores jugadores de toda la historia de este deporte. Repasamos una historia similar que ocurrió con Carlos Boluda.
En plena era de la información, donde cualquier noticia o dato publicado puede llegar a millones de personas en cuestión de segundos, cualquier comunicación u opinión es susceptible de ser interpretada de una forma excesiva. Para ser más precisos, podemos decir que se suele sobre dimensionar ciertos sucesos por el hecho de querer adornarlos y generar debate y exaltación en las personas.
La historia de Carlos Boluda
Uno de los casos concretos que muchos recordarán fue el de Carlos Boluda, jugador de 28 años y natural de Alicante. Carlos fue un excelso jugador desde muy temprana edad. Logró conquistar en hasta dos ocasiones el prestigioso torneo de Les Petits As, acontecimiento inédito hasta el momento, ya que tenistas como Gasquet o Nadal también habían conseguido levantar el trofeo pero en tan sólo una ocasión.
Esta fue, con casi total seguridad, la comparación más dañina que podían hacerle al joven alicantino, que con sólo 14 años ya figuraba en la mayoría de las comparaciones con Rafael Nadal y Juan Carlos Ferrero, estrellas ya más que consagradas.
Boluda, en aquel momento, no era más que un niño que competía de maravilla contra el resto de niños, en lo que resultaba una dimensión completamente distinta. Pese a que recuerdo algunas declaraciones en las que Carlos trataba de templar los ánimos del gentío, el proyectil mediático ya estaba en marcha. Envuelto en una espiral ya difícil de detener, la carrera de Boluda se estancó, como puede pasar y pasa con cientos de miles de chavales de su edad, pero él ya se encontraba en el disparadero.
La realidad de aquel jugador
Acostumbrados en España a ensalzar el triunfo y machacar cualquier atisbo de fracaso, Carlos se convirtió en un juguete roto, un icono de lo negativo. Y su potencial se fue apagando a la par que su físico no terminaba de desarrollarse como su tenis exigiría, lo que le llevó hasta a dudar de un golpe tan característico de su día a día como es la derecha. A día de hoy, Boluda ocupa el puesto 532 del ranking ATP e intenta ganarse la vida jugando al tenis, pero su carrera siempre quedará marcada con el hierro de la exigencia extrema, una fantasía con tono más mercantilista que realista.
Otro Carlos en el peligro de esta comparación
Varios años después, la experiencia vuelve a no ser un grado, y un tocayo de Boluda ocupa algún que otro titular con las terribles y casi aplastantes palabras de «El Nuevo Nadal». Esta vez, el apellido del niño es Alcaraz, murciano de 17 años que atesora tanto talento como inexperiencia. Su primer punto ATP y su primera victoria ante Albert Ramos certifican un descaro propio de un buen competidor, pero con muchas batallas aún por librar.
El alumno aventajado de Juan Carlos Ferrero intentará, en un futuro cada vez más cercano, hacerse un hueco entre los mejores del mundo mientras que las miradas se posarán cada vez más en él. Y en esa disputa observaremos tal vez la virtud de Alcaraz, al que ya estamos obligando a conciliar su presente con las más que elevadas expectativas. De momento grandes noticias con su primera clasificación al cuadro final de un Grand Slam.