Hablar de Bianca Andreescu es hablar de la gran apuesta de futuro del tenis femenino en Canadá. La campeona del US Open 2019 esta dispuesta a ser la referente del país en el apartado femenino.
Bianca Vanessa Andreescu. Ese es el nombre de la gran realidad del tenis canadiense. Un país que vio como Genie Bouchard no cumplía las expectativas que había puestas en ella y ha terminado por descender en el ranking de forma alarmante. Pero llegó Andreescu para salvar a Canadá. La joven tenista deslumbró a todos en aquel mágico 2019. Ahí se dio a conocer con su tenis agresivo y variado, y con su poderoso revés y su amplio repertorio de golpes y su gran capacidad para dominar los puntos. Su superficie favorita es la pista dura, en donde ha logrado gran parte de sus éxitos profesionales, y su tenis directo acompaña de su poderoso revés, hacen mucho daño en pista dura y prueba de ello es su título en el US Open 2019, su primer Grand Slam.
Un futuro brillante
La tenista canadiense es una tenista que pasó de estar fuera del Top 280 a meterse en el Top 5 en un año. Fue en aquel mágico 2019 en donde conquistó los títulos de Indian Wells, Toronto y el ya mencionado US Open, además del torneo de Newport Beach a inicios de ese mismo año. Bianca ya sabe lo que es vencer a jugadoras de renombre, como Karolina Pliskova, las hermanas Williams, o Angelique Kerber entre otras, demostrando que no se arruga ante nada a pesar de su juventud y su explosión precoz en el circuito WTA.

Aquel 2019 finalizó con una lesión que la mantuvo apartada todo el año 2020, y ese es uno de los grandes miedos que hay con la canadiense. Y es que es una tenista que sufre físicamente y que habrá que ver cómo le afecta la carga de partidos en un futuro y el adaptarse a otras superficies como la tierra o la hierba, en donde puede adaptarse a las mil maravillas si su cuerpo se lo permite.
Bianca Andreescu ha llegado para quedarse. Y Canadá lo sabe, y por ello sabe que su apuesta está sobre seguro. Ella es la llama que mantiene viva a Canadá de cara al futuro más cercano a falta de una Leylah Fernández que todavía tiene que ir cogiendo experiencia en el circuito y codearse con las mejores.