El zurdo nada pudo hacer ante un rival que empezó errático pero poco a poco acabó encontrado su tenis para apagar el camino del argentino (3-6, 6-0, 6-2, 6-2). Bagnis ganó la primera manga pero desde entonces cambió el guion del partido con un rival muy acertado en todos sus golpes. Van de Zandschulp será el rival de Schwarztamn en los octavos de final.
Facundo Bagnis seguía con ilusión en el US Open. El zurdo llegaba en su mejor temporada como profesional y había superado en el cuadro final del último Grand Slam de la temporada a Daniel y a su compatriota Trungelliti. En el otro lado esta vez esperaba en holandés Van de Zandschulp, un especialista en esta superficie. Botic había llegado desde la fase previa y en el cuadro final había remontado a Taberner y superado a uno de los tenistas más regulares de toda la temporada, Casper Ruud.
Adiós de Bagnis a un buen US Open
Bagnis comenzó muy acertado y sólido. A la mínima que podía dominaba, sobre todo con su derecha. El holandés no encontraba la forma de hacerle daño a un rival que le devolvía todas las bolas y aprovechaba muy bien la fuerza con la que venían para jugar al contraataque. La primera manga se marchó para el argentino por 6-3, con un rival que estaba desquiciado y es que su tenis agresivo no estaba funcionando ante la inteligencia de Facundo Bagnis.
Desde momento cambió el guion del partido. Botic Van de Zandschulp ganó el primer juego después de salvar tres bolas de break y empezó a ganar confianza. Bagnis en un visto y no visto veía como su rival empezaba a soltarse y palo tras palo se llevaba el segundo set por 6-0, casi sin oposición. Tampoco fue mejor el resultado del tercer parcial y es que Bagnis cedió su servicio en dos ocasiones por lo que el neerlandés con un 6-2 se quedaba más cerca del triunfo y de una gran remontada.
Rápidamente quería el holandés acabar con el duelo y es que nuevamente puso la mecha encendida y se marchó hasta el 4-0 gracias a un doble break. En vez de rendirse Facundo siguió peleando y con un contrabreak maquillaba el resultado hasta el 4-1, aunque la remontada se antojaba casi misión imposible. Van de Zandschulp siguió dando muestras de su solidez, y acabó sellando la victoria con un 6-2 final.