La tenista rusa valoró ante la prensa su histórico triunfo en el WTA 1000 de Dubai, lo que la convierte en la jugadora más joven de toda la historia en ganar un trofeo de estas características.
Mirra Andreeva analiza su primer título WTA 1000 logrado en Dubái
Quien avisa no es traidor. Mirra Andreeva llevaba tiempo advirtiendo que un día de estos iba a romper con la historia. Y, finalmente, lo ha conseguido. La tenista rusa, con apenas 17 años y 9 meses, se ha convertido en la campeona de un WTA 1000 más joven de la historia, al imponerse en la final del torneo de Dubái a la danesa Clara Tauson por 7-6(1) y 6-1.
El premio, además, es doble para la tenista rusa, puesto que este próximo lunes saldrá como nuevo miembro del top10 del ranking mundial, concretamente en el puesto 9. Sin embargo, este éxito no parece saciar del todo a la ‘teenager‘ Andreeva, ya que tal y como reconoció en declaraciones recogidas por la WTA tras su victoria, tiene como objetivo acabar la temporada entre las cinco mejores del mundo. Un ambicioso pero realista objetivo para una jugadora que parece no tener límites.
Campeona más joven de un WTA 1000
“Llevaba soñando con este momento mucho tiempo, con tener mi primera conferencia de prensa con un trofeo de campeona de un WTA 1000 a mi lado. He visto que los ganadores lo celebran con champagne, es una pena que todavía tenga 17 años”.
Objetivo: top5
“Cuando entras en el top10 y cuanto más alto sea tu ranking, más lento y más largo te llevará llegar aún más alto porque la diferencia de puntos es muy, muy pequeña, Va a ser duro llegar al top5, pero ese es exactamente el objetivo que me marco ahora, acabar entre las cinco mejores a final de temporada. Siento curiosidad de ver si seré capaz de lograrlo“.
Ganar sin brillar
“Cuando logré ganar el primer set, pensé: ‘Ok, esta es una de las pocas veces en las que me he visto por delante en el marcador en todo el partido’. Eso me dio un poco de confianza. Hoy he fallado algunos golpes que normalmente no suelo fallar. Pero si algún punto no te sale como esperas, lo olvidas. Te concentras en el siguiente y punto. He estado escuchando mucho a Lebron James últimamente. Lo que él dice es que es fácil jugar bien cuando todo te sonríe, pero lo que realmente te convierte en un campeón dar lo mejor de ti cuando no te sientes con buenas sensaciones. Eso es justo lo que intenté hacer hoy“.