Jessica Bouzas culminó su aventura en Pekín tras caer en dos parciales frente a la talentosa Mirra Andreeva. La española sorprendió con un quiebre inicial que encendió la ilusión, pero la rusa elevó su nivel, tomó el control del partido y selló el triunfo con autoridad.
Andreeva castiga a Bouzas en la capital china
Los primeros días de Jessica Bouzas en el China Open no pudieron ser más alentadores. La española recuperó sensaciones, desplegó su mejor tenis y avanzó con autoridad tras dejar en el camino a Jaqueline Cristian y Dayana Yastremska. En la tercera ronda la esperaba una prueba de máxima exigencia: la cuarta cabeza de serie, Mirra Andreeva. La rusa había debutado con un sólido doble 6-2 sobre Lin Zhu, confirmando su peligro en pista dura. Era la tercera vez en la temporada que Bouzas se medía con una integrante del Top 10, luego de dos duelos previos ante Sabalenka que terminaron en derrota. Con Andreeva como favorita en los papeles, la española llegaba dispuesta a aprovechar su gran momento.
La rusa resuelve ante las exigencias de la española
Los primeros compases de la contienda presentaron un desarrollo equilibrado e intenso, donde se jugaron muchos puntos adicionales que reflejaron la capacidad de resolución de las tenistas. Ya en el tercer juego, Bouzas se hizo fuerte en la devolución, siendo agresiva en los intercambios y consiguiendo un quiebre. Sin embargo, Andreeva no se mostró intimidada por la propuesta de su rival y sacó a relucir sus cualidades para restablecer la paridad. Posteriormente, la rusa repitió su fórmula en el retorno, generando nuevas oportunidades de break que no pudo capitalizar. A pesar de la contención de la española, Andreeva marcó la diferencia con su categoría y concretó la ruptura que le dio el primer set por 6-4.
Andreeva sepulta las aspiraciones de Bouzas
Al igual que en la manga inaugural, las protagonistas se llevaron al límite en los primeros juegos, disputando múltiples puntos que generaron atracción en el público. Bouzas trataba de convencerse de sus posibilidades, imprimiendo sus mejores ejecuciones, pero la rusa tenía soluciones para todo. En el cuarto game, Andreeva desplegó sus habilidades en la devolución, doblegando la propuesta de la española y capitalizando un quiebre esencial. Sin complicaciones en su turno de saque, la número cinco del mundo se alejó en el marcador. Acto seguido, Andreeva volvió a ejercer presión desde el resto, imponiendo su frescura para conseguir un segundo quiebre que le permitió sellar el triunfo con un cómodo 6-4, 6-1.