El argentino superó 6-3, 6-4 a su compatriota Renzo Olivo por la segunda ronda del ATP Challenger de Buenos Aires. En busca de las semifinales y acercarse al Top 100, se medirá a Francisco Comesaña.
Resultados Challenger Buenos Aires 2
Facundo Díaz Acosta atraviesa, indudablemente, el mejor momento de su carrera, consiguiendo resultados increíbles y poco a poco metiéndose entre los mejores tenistas del mundo. Este año arrancó con semifinales en Concepción y un muy decente Argentina Open, donde puso en aprietos a Cameron Norrie, más tarde finalista. Luego volvió a meterse entre los cuatro mejores, pero en Santiago, y ganó dos torneos consecutivos en Savannah y Oeiras. Con ese envión, pasó la clasificación de Roland Garros e hizo su debut absoluto en un cuadro principal de un Grand Slam.
Sin darse descanso, llegó a Heilbronn, alcanzó una nueva definición y entró por primera vez al lote de los cien. Unas semanas más tarde se consagró nuevamente, en Milán, confirmando su gran pasar. Si bien tuvo algunos altibajos, normal debido al intenso calendario, llegó a Buenos Aires con muchas expectativas. En su debut venció sin problemas a Federico Delbonis, por lo que chocaba con Renzo Olivo.
Díaz Acosta firma una sólida actuación
Pese a su favoritismo en la previa, Díaz Acosta se vió sorprendido, ya que en el primer game Olivo acertó varios tiros y concretó la rotura inicial. De todas formas, Facundo se recuperó al instante y puso tablas. Tras aquella acción, ambos fueron bastante inestables en el servicio, pero quien se quedó con el último fue Facundo, que lo situó 4-2. A partir de allí, fue altamente superior, desplegó el juego que quería y lo ganó sin inconvenientes por 6-3.
Sorprendentemente, el segundo fue un calco anterior. Esta vez quien empezó arriba fue Díaz Acosta, aunque en el siguiente Olivo puso tablas. Minutos más tarde, Facundo rompió en dos oportunidades y Renzo en una, por lo que el tercer favorito se ponía 4-3. En los momentos claves, de mayor tensión, Díaz Acosta mostró más temple, energía y precisión. Eso fue, sin lugar a dudas, uno de los motivos para sellar el sólido 6-3, 6-4.
