Stan Wawrinka no comenzó bien su duelo de los cuartos de final ante Sumit Nagal tras ceder la primera manga. El de Lausana despertó a tiempo y tras un parcial de 12-1 (2-6, 6-0, 6-1) clasificó a las semifinales. Su próximo rival será el joven local Vrbensky que ganó a Elias Ymer.
Partido a priori no muy complicado el que le esperaba al gran favorito al trofeo, Stan Wawrinka en los cuartos de final del Challenger de Praga. El helvético había ganado sus dos primeros duelos ante Safiullin y Otte en tres mangas con altibajos. En ambos encuentros fue de menos a más para acabar imponiendo su superioridad en la pista. Su rival esta vez era el joven hindú Nagal que venía de superar a Clarke y Lehecka también necesitando de los tres parciales.
Mal comenzó Wawrinka que en su primer turno de servicio veía como su rival ya tenía dos opciones de quebrar. Nagal no perdió la oportunidad y desde el inicio tomaba las riendas del marcador. Con el paso de los minutos la superioridad desde el fondo de la pista del hindú se hacía palpable. Stan no conseguía encontrar debilidades en el saque de su contrincante por lo que la primera manga poco a poco se le estaba escapando. Empeoró la situación cuando en el séptimo juego a la primera opción de quiebre Sumit sumaba otro break que le dejaba a las puertas de ganar el set. Nagal no falló y de manera cómoda se llevaba el primer set 6-2.
Una gran reacción
Nadie esperaba lo que iba a ocurrir en el partido desde entonces. Wawrinka cambió radicalmente. Los errores frenaron y ahora era el quién dominaba la mayoría de los puntos. En un abrir y cerrar de ojos, en tan solo 19 minutos, sin conceder ni una bola de break y con tres roturas consecutivas se llevaba el segundo parcial por un contundente 6-0.
La situación había cambiado y Wawrinka volvía a ser el gran favorito. Había que esperar para ver si Nagal era capaz de volver a ese esquema de tenis que le había hecho dar la sorpresa en la primera manga. No había manera y otra vez en pocos minutos el resultado estaba 5-0 para el de Lausana. Esta vez Nagal se pudo salvar ganando uno de sus servicios para maquillar el marcador y evitar el doble rosco. Wawrinka reaccionó a tiempo y sacó su mejor versión para clasificar a las semifinales de Praga en el que está siendo su primer torneo oficial tras la pandemia.