Stefanos Tsitsipas anunció a través de las redes sociales que ya no contará con su padre, Apostolos, como entrenador principal. El griego tomó la decisión luego de una fuerte discusión en su partido en el ATP Montreal.
Stefanos Tsitsipas rompe con su padre en medio de polémica
La polémica familiar entre Stefanos y Apostolos Tsitsipas llegó a un punto irreconciliable. Stefanos Tsitsipas rompió relación laboral con su padre Stefanos luego de un gran escándalo en su partido en el ATP Montreal, donde cayó ante el japonés Kei Nishikori. Stefanos tuvo una discusión en pista con su padre, que terminó abandonando su box muy enojado. Según varios medios, la discusión se dio debido a que Apostolos cambió algunos aspectos de la raqueta de su hijo en las últimas semanas, algo que no gustó en el tenista y en la jornada del jueves el griego no se sintió nada cómodo con sus golpes.
En medio del partido, Stefanos estalló y tuvo una fuerte discusión con su padre, pero luego del partido la historia siguió creciendo debido a que aseguró que merecía un entrenador ‘Que lo escuche‘. Al abrir la chance a una ruptura laboral entre ambos, finalmente Stefanos anunció en las redes sociales que ya no trabajará junto a su padre. En un largo comunicado, el griego dio sus explicaciones y dejó interesantes declaraciones.
El comunicado de Tsitsipas
«Con gran pesar les informo que mi colaboración con mi padre como entrenado ha llegado a su fin. Prefiero mantener a mi padre en su papel de padre, y sólo de padre.
La filosofía nos enseña que la sabiduría proviene de comprender nuestros límites y reconocer nuestros errores. En mi caso, me di cuenta de que me equivoqué al hablarle a mi padre de esa manera. El tenis no solo es un partido, un tiro o algo de unos segundos. Es un largo viaje lleno de emociones, presiones y expectativas. En ese momento de frustración, hubo muchas equivocaciones y errores por parte de mi entrenador y de mi padre. Como introvertido, tiendo a reprimir mis emociones y acumularlas hasta explotar. Me considero paciente, así que el hecho de reaccionar así me dejó en shock.
Mi comportamiento en pista fue inaceptable y me siento decepcionado de haber llegado a mostrar mi lado oscuro. Cuando siento que no se me respeta, se me juzga o se me ataca emocionalmente, tiendo a perder el control de lo que sale de mi boca, lo que va en contra de mis valores como ser humano. Perdí el control y no podía ver con claridad.
Durante los últimos años mi padre ha estado intentando entrenarme, criarme de la mejor manera, brindándome conocimiento y sabiduría, tanto dentro como fuera de la pista. Le agradezco por eso. Le agradezco por los sacrificios, el dolor y el sufrimiento que ha soportado para que este esfuerzo sea un éxito. A partir de ahora, su papel permanecerá dentro de sus límites de padre, solo eso.
Mi padre seguirá viajando conmigo y va a estar allí para apoyarme y brindarme ayuda fuera de la pista, como siempre quise. He confiado a mi padre el puesto de entrenador durante muchos años y considero que nuestra colaboración fue un éxito. No sé aún quién ocupará el lugar y no estoy en condiciones de decidirlo. Lo que si sé, es que es hora de dejar que este capítulo y esta fase se cierre e intentar escribir uno nuevo. Ambos estamos de acuerdo en esto y esperamos centrarnos primero en nuestro costado humano y luego en el resto.
Aceptar mis errores y tratar de enmendarme es parte de mi camino como atleta, y les aseguro que continuaré trabajando duro para mejorar, tanto dentro como fuera de la cancha. Espero que esta experiencia sea una lección para mí y para todos los que luchan por encontrar el equilibrio adecuado en sus vidas«.