Thiago Tirante estuvo a centímetros de ingresar al cuadro principal de Roland Garros, pero terminó perdiendo ante el estadounidense Quinn. El argentino se recuperó de una desventaja y llevó la definición al súper tiebreak, aunque no pudo inclinar las cifras de su lado.
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Tirante trastabilla en la última curva y le dice adiós a París
El argentino Thiago Tirante (131°) se ilusionaba con ser parte de los 128 jugadores que competirán en Roland Garros, el segundo Grand Slam del año. El tenista oriundo de La Plata alcanzó la tercera ronda en la etapa clasificatoria del certamen parisino, venciendo con autoridad a su compatriota Ficovich y dejando en el camino al danés Holmgren. Tirante llegaba a la última instancia de la Qualy sin ceder sets y le tocaba enfrentarse con el estadounidense Ethan Quinn (106°). A su vez, el americano de 21 años también ganó sus respectivos partidos en sets corridos, llegando a este duelo con mucha confianza. Las virtudes del argentino en arcilla podían darle una ventaja sobre Quinn.
Quinn se apodera de la manga inicial
El set inaugural tuvo un desarrollo realmente equilibrado, donde la diferencia estuvo en un quiebre del estadounidense. Ambos tenistas se mostraron firmes en sus juegos de servicio, reflejando una gran versatilidad en el terreno. Las primeras chances de break aparecieron en el cuarto game, momento en el que Quinn desplegó sus virtudes en el resto, consiguiendo la única ruptura del parcial. Luego, el norteamericano se desenvolvió con lucidez en su turno de servicio, ratificando la ventaja con solvencia. Tirante se mantuvo cerca en los dígitos, buscando variantes efectivas, pero no encontró la manera de nivelar el score. Con la ventaja en su poder, Quinn defendió su postura y expresó sus cualidades para quedarse con el primer asalto por 6-3.
El argentino se aferra a las demandas del duelo
La segunda manga arrancó balanceada, con los protagonistas haciendo uso de sus herramientas para dibujar las primeras cifras. Desde el tercer game, el argentino mostró mayor claridad en su juego, lanzándose al ataque y conectando doce puntos en fila para ponerse arriba 4-1. A pesar de la ventaja de Tirante, el estadounidense no dio el brazo a torcer y retomó el ritmo, frenando el impulso del argentino. En el séptimo juego, Quinn logró facturar un quiebre tras varios puntos adicionales, igualando el score 4-4. Más allá de las exigencias, Tirante se plantó con sus armas y tachó dos bolas de break de su rival para después firmar el quiebre que le permitió ganar el segundo set por 6-4.
El estadounidense reprime las ilusiones de Tirante
El último episodio del partido reflejó un desarrollo similar a los dos anteriores, donde los jugadores se exigieron de principio a fin. El americano generó la primera chance de break en el tercer game, pero el argentino logró sostener el saque. Luego, Tirante presionó desde el retorno, generando dos bolas de quiebre que no pudo capitalizar. En el quinto juego, Quinn logró desbordar al sudamericano, forzando puntos extras hasta concretar la ruptura. Pese a la desventaja, el argentino destacó su garra y salió a buscar el quiebre, restableciendo la paridad en el octavo game. Sin mayores controversias, los tenistas se adentraron en el súper tiebreak,
