El austriaco superó 6-7(3), 7-5 y 7-6(8) al serbio Laslo Djere y jugará su primera final ATP desde 2020 en Kitzbuhel. Por su trofeo No.18 en el circuito, se verá las caras con Sebastián Báez.
Dominic Thiem y Laslo Djere se medían por la segunda semifinal del certamen austriaco. El ídolo local llegaba con un envión emocional y tenístico destacable, luego de revertir comienzos adversos en sus tres partidos previos ante Bagnis, Zhang y Rinderknech. Por su parte, el serbio continúa confirmando su gran presente. Tras una semana soñada en Hamburgo, donde alcanzó la final, llegaba a Austria con la idea de seguir aceitando su gran juego y sumar puntos de cara a la etapa final de la temporada. Este significaba el tercer duelo entre ambos, después de Río 2019 y Tel Aviv 2022. Una victoria por lado marcaba la igualdad, aunque el vencedor de hoy iba a liderar el head to head.
El serbio toma la delantera
El inicio del duelo fue bastante abierto. Ambos tuvieron sus respectivas chances, aunque no las lograron aprovechar y marcaron un transcurso bastante igualado. Se los veía con una postura mucho más enfocada en los juegos propios, buscando agarrar ritmo y perder un poco ese nerviosismo. Tras doce juegos, ninguno pudo dar el primer paso -a pesar de las tantas chances- y enviaron el primer set al tie-break. Allí, Djere se agigantó ante el público en contra y se lo llevó por 7-6(7-3) en 1h06m.
Thiem lucha y tiene resultado
Con ese gran margen que había conseguido hace minutos, Djere se soltó y expuso un tenis de alto nivel, con mucha consistencia y solidez. Sin embargo, Thiem pudo contrarrestarlo con sus mejores armas y escapó de una bola de quiebre, que le podría haber complicado el panorama. La resistencia y esfuerzo que propinó el local fue impresionante. Salvó decenas de break points y sacó adelante una manga que parecía que se le escurría. Cuando parecía que nuevamente iban al desempate, Thiem logró destrabarlo y quebrar, para escuchar el estallido del Court Central y tener la posibilidad de poner tablas. Con mucha autoridad, cedió un solo punto y firmó de manera épica el parcial por 7-5.
El definitivo fue bastante parecido a los previos, ambos pusieron sus enfoques principales en sus servicios. Si bien en el onceavo game el serbio encontró con tres bolas de partido, Thiem se las sacó de encima y de manera heroica forzó el tie-break. Allí, Djere dispuso de dos más, pero Thiem expuso su experiencia y se los negó. En un final cinematográfico, el austriaco aprovechó el suyo y venció por 6-7(3), 7-5 y 7-6(8) en 3h30m.
