El tenis argentino juvenil está pasando por un gran momento. Hacen pensar que las nuevas camadas, los sucesores de las grandes figuras como Juan Martín del Potro, Leonardo Mayer o Diego Schwartzman vienen avanzando a paso firme, para que podamos soñar con nuevos éxitos, nuevas alegrías.
En más de una ocasión me referí a la camada del 99 como una gran fuente de esperanza. Una camada que llama la atención no solo por la calidad de su tenis, sino también por la cantidad de tenistas que la componen. Y que poco a poco van transformando esa esperanza en realidad.
Hoy tenemos como abanderados de esta camada a Camilo Ugo Carabelli y Tomás Etcheverry. En esta temporada Camilo ubicado en el puesto 350 del escalafón mundial, obtuvo 3 torneos Future, ganó su primer partido entre los Challenger, categoría en la cual ya está incursionando, partiendo desde la dura clasificación. Ya recuperado de una serie de lesiones que postergaron su llegada al tenis profesional, Tomy y su potente tenis ya festejaron dos torneos Future. En la próxima semana aparecerá en el Top-500 del ranking ATP. Santiago Rodríguez Taverna, Juan Bautista Otegui, Ignacio Carou y Juan Pablo Grassi Mazzuchi ya están entre los 1000 mejores. En los próximos torneos buscarán entrar entre los mejores 750, para así jugar los torneos Future y Challenger sin tener que jugar el nuevo y discutido Transition Tour.
Párrafo aparte para Axel Geller, ex número uno entre los Junior, que eligió seguir su carrera en el tenis universitario norteamericano. A pesar de jugar muy poco en el circuito ITF/ATP ocupa el puesto 672 del escalafón mundial. Otros tenistas de esta camada que optaron por seguir este mismo camino son Francisco Bastías, Franco Ribero, Francisco Vittar y Franco Aubone.
Como para que los argentinos se aferren aún más a sus sueños, tenemos la camada del 2000, que también viene golpeando muy fuerte. Sebastián Báez ya fue número uno entre los Junior, este fin de semana le sumó a su larga lista de grandes logros una medalla dorada en los Juego Olímpicos de la Juventud, un hecho inédito en la historia del tenis argentino.
También debemos resaltar la explosiva aparición de Facundo Díaz Acosta, quien en muy corto tiempo logró colocarse entre los mejores Junior del mundo. De forma casi sorpresivo entró a los Juegos Olímpicos de la Juventud y del mismo modo alzó una medalla dorada en Dobles y una medalla plateada en Singles, convirtiéndose en la gran revelación del tenis juvenil.
Con esta gran actuación en los Juegos Olímpicos de la Juventud, Facu se ubica en la sexta posición del Ranking Junior. Lamentablemente no clasificó al Master Junior a jugarse en Chengdu, debido que la misma cerró antes que comenzaran los Juegos. Quien volverá a jugar el Master Junior será Seba Báez, el año pasado alcanzó las semifinales.

La camada del 2001 también nos trae sorpresas semana tras semana. Ya son seis los tenistas de esta camada que suman puntos en el ranking ATP. Son ellos Tomás Farjat, Thiago Tirante, Juan Manuel Cerúndolo, Alejo Lingua Lavallen, Luciano Tacchi y Julián Giménez. Todavía son muy jóvenes, tienen un largo camino por recorrer, pero ya lograron algo que pocos tenistas consiguen, sumar sus primeros puntos en el ranking profesional.
Y hablando de futuro, no debemos dejar de mencionar a los chicos de la camada del 2002, quienes a través de Román Burruchaga, Juan Bautista Torres y Santiago de la Fuente obtuvieron el tercer lugar de la Copa Davis Junior. No debemos dejar de mencionar que Román y Santi ya mostraron su casta de campeones. Junto a Gabriel Mamani Encinas habían sido Campeones Mundiales Sub-14 en 2016.
En las próximas semanas se jugarán una serie de Future y de Challenger en Sudamérica que ayudarán a estos tenistas a afirmarse en la categoría y a muchos otros la oportunidad de sumar sus primero puntos.
Si bien es cierto todavía tienen un camino largo por recorrer, pero día a día los jovenes tenistas argentinos aportan su granito, que nos hacen pensar en un futuro lleno de éxitos y alegrías.