Iga Swiatek y Elena Rybakina se medían en una final de ensueño para el WTA Doha y mostraron sus mejores versiones. La número uno supo aprovechar los momentos de tensión y se llevó el título en Qatar.
Swiatek frena a Rybakina y levanta el título en Doha
Iga Swiatek es la reina de Doha y en los últimos años no tuvo rivales en el torneo Qatarí. La polaca siempre se siente como en casa en el torneo y esta semana no tuvo demasiadas complicaciones para avanzar a la final. Tres sólidas victorias y un triunfo por retiro de Karolina Pliskova la metieron en la final. Por su parte Elena Rybakina es la jugadora sensación del circuito. La kazaja viene de ganar ocho partidos al hilo en el circuito y buscaba su segundo título seguido. Era la quinta vez en la que Swiatek y Rybakina se enfrentaban, con tres victorias para la kazaja y solo una para la polaca.
La polaca salva un épico primer set
El primer set entre Elena Rybakina e Iga Swiatek fue una auténtica batalla. La polaca y la kazaja mostraron un tenis de altísimo nivel, con grandes puntos y sobre todo con un grado de epicidad altísimo. Los quiebres fueron una constante en los primeros juegos. Rybakina se quedaba con la devolución en el primer game y pese a que sostuvo desde el servicio, perdió una buena ventaja en el octavo game. Así fueron repartiéndose las igualdades, hasta llegar a un tie-break que iba a tener de todo. Otra vez Swiatek y Rybakina se iban a sentir cómodas desde la devolución, con la polaca teniendo dos chances iniciales para quedarse con el primer set pero desperdiciándolas. Rybakina también iba a tener su set point, desde el servicio, pero se vino a pique en su nivel. Finalmente Iga, en su cuarto set point, se terminó quedando con la manga por 7-6(8) en 90 minutos.
Iga acelera y retiene la corona en Doha
Ya en el segundo set la historia se puso mejor para la número uno del mundo. Rybakina iba a perder algo de confianza después de perder sus chances en el primer set, y si bien tuvo puntos para quiebre en el inicio, Swiatek iba a mantenerse arriba. En el tercer juego la polaca rompió el saque de la kazaja y así sacó una buena diferencia para quedarse con el triunfo. Rybakina no pudo volver a meterse en el partido, cometiendo algunos errores no forzados y bajando la agresividad que la caracteriza. En poco más de dos horas, la número uno del mundo se llevó el título por 7-6(8) y 6-2, levantando su 18º trofeo.