El jugador canadiense Denis Shapovalov tuvo que decir adiós en segunda ronda del ATP 250 de Stuttgart al caer frente a Oscar Otte en dos tie-breaks que se definieron en 7-6(6), 7-6(4).
Son ya cuatro derrotas consecutivas las que afronta el jugador canadiense. El último triunfo que celebró fue en Roma contra Rafa Nadal que el español finalizó el partido con muchos problemas en su lastrado pie. Desde entonces, primera ronda en Ginebra, primera ronda en Roland Garros y se suma su primer partido en Stuttgart. Dentro de segunda ronda ya que es el cuarto cabeza de serie y al ser un cuadro de 28 jugadores los cuatro primeros preclasificados arrancaban una ronda adelante.
Otte aprovecha los momentos importantes
Fue un inicio de encuentro igualado pero donde se dieron bastante oportunidades los dos tenistas. Se palparon las primeras bolas de quiebre y quién lo aprovechó fue Oscar. Se colocó 2-1 por delante y aguantó con la diferencia hasta llegar al 4-3 y saque ya que ahí Denis consiguió afrontar un juego bastante regular y con iniciativa para poder poner la igualdad. Parecía en ese momento que el duelo podía estar en sus manos. Confirmó el quiebre situando el 4-5 y además llegó una bola de set tras el cambio de lado. Otte, desestimó las intenciones del canadiense y aquella marcha provocó que todo se iba a dirimir en la muerte súbita. Todo marchó muy igualado sin que se pudieran hacer mini breaks. En el 6-6, después de que Denis salvara una bola de set con su saque, recibió el mini break, y con 7-6 Oscar finalizó llevándose la manga.
En el segundo parcial, los dos fueron muy sólidos y el único instante donde llegaron al iguales fue cuando Shapovalov servía por seguir en el partido con 4-5. Lo sacó adelante y el recorrido tenía su desenlace en un nuevo tie-break. El canadiense recibió dos mini breaks, aunque el alemán los desestimó y se postuló la igualdad. Acto seguido, en los momentos importantes, Shapovalov no pudo acertar y perdiendo sus dos turnos al saque Otte se llevó el partido con 7-4 en el tie-break para llegar a los cuartos de final del ATP 250 de Stuttgart. Los instantes de mayor trascendencia volvieron a crucificar al actual No.16 del mundo.
