El español sigue aumentando sus vitrinas. La Rogers Cup ha sido testigo de otro gran exhibición de Rafa Nadal para lograr su trofeo número 35 de Masters 1000. El balear se impuso en la final a Daniil Medvedev con un duro resultado de 6-3, 6-0.
El viento desde el primer momento quiso ser protagonista de la gran final en Toronto. Ya en el primer juego vimos la igualdad que podía presentar el partido con un Medvedev sólido desde el fondo y tirando agresivo. A las primeras de cambio el ruso se encontraba con una bola de break que le podía poner por delante en el marcador. Rafa jugó con cabeza y pudo solventar la situación. El partido estaba igualado pero de repente llegaron dos errores de Medvedev que acusó un poco la inexperiencia y con una doble falta ayudado por el viento Rafa se ponía 3-1 arriba en el marcador. El español no bajó el ritmo y empezó a dominar poco a poco.
Rafa comenzó a funcionar con su derecha moviendo a su rival y cometiendo cada vez menos errores. Esto se reflejó en el marcador ganando cada vez su servicio con más comodidad. Medvedev aguantó y pudo mantener su servicio pero como Rafa no concedía ninguna oportunidad acabó la primera manga con un 6-3 en 41 minutos de partido.
Medvedev no sabía como poder jugar a Rafa para conseguir volver a entrar en el partido. Las cosas no mejoraron y en media hora Rafa no había ganado otro trofeo de Masters 1000, si no que lo había hecho con total contundencia con un rosco incluido. En la segunda manga se vio un Daniil impotente que buscaba hacer cosas nuevas, jugando más dentro de la pista que su estilo habitual o sacando desde diferentes zonas. Nadal estaba muy cómodo, rápido de piernas y no dejó ninguna opción a su rival.
Con esta contundencia llegó otro nuevo título para las vitrinas del español. Ya suma 35º títulos en Masters 1000, siendo el 5º de la Rogers Cup solo por detrás de Lendl. Además ya son 83º trofeos ATP para seguir aumentando su historia. Sin tiempo que celebrar ni disfrutar mañana mismo comienza a andar Cincinnati el último gran torneo que sirve de preparación para el US Open. Rafa llega lleno de confianza tras el gran partido de la final ante un Medvedev que acusó los nervios y la presión del rival y de la cita.