Sin ser precisamente la final anticipada, la disputa por el título en el Premier 5 de Cincinnati resulta atractiva por varios ingredientes. Por una parte, la número uno del mundo buscará firmar el doblete veraniego previo al US Open, mientras que del otro lado de la red, una jugadora en ascenso busca obtener su primer campeonato importante. El primer partido de la última jornada del torneo no decepcionará en lo absoluto.
Simona Halep parece haber dejado atrás la fatiga de haber competido al máximo justo la semana pasada del presente certamen. La rumana se plantó en su segunda final consecutiva luego de un desempeño que rayó en lo perfecto, pues su único desliz llegó en su primer partido, ante Ajla Tomlanovic, a quien venció por 4-6, 6-3 y 6-3. Después, la número uno del mundo pasó por encima de Ashleigh Barty (7-5, 6-4), Lesia Tsurenko (6-4, 6-1) y Aryna Sabalenka (6-3, 6-4) sin dejarse un set en el camino. La tónica dictaría que está encaminada a levantar el trofeo, pero su rival sabe dar sorpresas.
Por su parte, Kiki Bertens no conoce lo que es el pánico escénico ni se achica ante rivales importantes. La holandesa arrancó el torneo con una victoria categórica frente a Coco Wandeweghe (6-2, 6-0). Después, ni siquiera un camino repleto de jugadoras dentro del top 10 pudo pararla. Venció a Caroline Wozniacki (6-4, ret.), Anett Kontaveit (6-3, 2-6, 6-3), Elina Svitolina (6-4, 6-3) y Petra Kvitova (3-6, 6-4, 6-2). Desde un par de meses ha demostrado que está para vencer a cualquiera, y en la final tendrá su prueba de fuego.
Ventaja para Halep
La rumana y la holandesa se han enfrentado en cuatro ocasiones, con una clara superioridad de la número uno del mundo. La primera vez que se enfrentaron fue hace ocho años, cuando ambas apenas habían alcanzado la mayoría de edad; ocurrió en la qualy de un torneo de Bélgica, donde Simona se impuso por 7-6(2), 6-2.
El segundo partido entre ellas significó la revancha para la holandesa, dos años después. En el 2012, Halep y Bertens se enfrentaron en la semifinal del torneo de Marruecos, donde Kiki se impuso por 6-3, 6-4. En aquel certamen, la nacida en Wateringen se confirmó como la revelación del torneo al terminar levantando el título de campeona.
El resto de enfrentamientos han caído del lado de Simona. En el 2016, se enfrentaron en la tercera ronda de Wimbledon, con una victoria clara para Halep por 6-4, 6-3. Un año después, en las semifinales del torneo de Roma, la rumana volvió a resultar vencedora, esta vez con u marcador de 7-5, 6-1 que le permitió alcanzar la final, aunque terminaría cayendo con Elina Svitolina.
Las claves de la final
La postura de Halep es muy clara: establecer el juego desde el fondo de la pista. Ha quedado de manifiesto que la fatiga por la semana de Montreal no le ha pesado después de superar la segunda ronda, por lo que la rumana estará dispuesta a pelear cada punto. Como ya es costumbre para Simona, la rumana tendrá que mantener al límite los errores no forzados, pues a menudo suelen ser sus principales enemigos. Cuando la número uno del mundo sale con una concentración total, resulta una rival sumamente complicada de superar.
Por otro lado, la estrategia de Bertens recae bastante en el servicio. Los aces han contribuido en gran medida con «puntos gratis» que la han ayudado a salir adelante en sus juegos de saque. Sin embargo, cuando los porcentajes del primer servicio disminuyen, también lo hacen sus probabilidades de llevarse el partido. Entre más control logre mantener la holandesa, mayores aspiraciones tendrá para optar por levantar una corona más, de lo contrario, no podrá dominar en los puntos y tendrá que entrar en el ritmo de su contrincante, lo cual pinta como un escenario mucho más desfavorable.